A un año después del histórico viaje de Francisco en América Latina, cuando desde el 5 al 12 de julio visitó Ecuador, Bolivia y Paraguay, los tres países han organizado una serie de actos conmemorativos para mantener viva la memoria del evento, sobre todo entre los pueblos indígenas.
“La Iglesia en América Latina – dijo Papa Francisco a los periodistas en el vuelo de regreso – tiene una gran riqueza: es una Iglesia joven, con una frescura notable y una teología dinámica en la investigación. Claro, tiene muchos problemas y es también es un poco indisciplinada, pero está viva: es una Iglesia viva”.
Un recuerdo especial va al cardenal Julio Terrazas Sandoval, que murió el 9 de diciembre 2015.
El arzobispo emérito de Santa Cruz de la Sierra tuvo con Francisco antiguos lazos de amistad. Tanto es así que, durante el viaje a Bolivia en julio pasado, además de estar alojado en su casa, el Papa fue personalmente a abrazarlo en la clínica donde fue hospitalizado. Y al día siguiente, como un gesto de agradecimiento, a pesar de la mala salud, el cardenal redentorista había pedido salir del hospital para participar en el encuentro del Papa con los obispos del país.
(or / ce)