(Honduras) Convocados por nuestro Superior Provincial, del 2 al 6 de julio de 2018, en un ambiente de mucha participación, cordial y fraterno, 33 laicos y 7 profesos celebramos en San Pedro Sula, Honduras, el III Congreso de Laicos de la Provincia de América Central. Los dos anteriores habían tenido lugar en Costa Rica (1997) y Honduras (2013). El lema elegido fue: “Laicos testigos del Redentor, solidarios para la misión, en un mundo herido”.
De cada parroquia redentorista de Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala, tuvimos representantes, así como del Equipo Misionero Itinerante y oblatos. No fue posible contar con la presencia de hermanos de Nicaragua y Belice.
Nos propusimos fortalecer nuestra identidad redentorista y el sentido de pertenencia a la Congregación, a través de un mayor conocimiento de ésta (su carisma y espiritualidad, organización y estructura, santos y beatos, los pasos que se van dando en el desafío de la misión compartida entre profesos y laicos), fortalecer la comunión provincial, compartir experiencias de vida en nuestro servicio y proyectar acciones de trabajo concretas para cada parroquia y la Provincia.
El énfasis de las reflexiones fue la vida comunitaria en la Congregación. Se compartió el Directorio de Laicos de la Provincia, aprobado en enero de 2017, y se tomaron decisiones concretas para su puesta en ejecución. El Directorio está enfocado a la formación integral de los laicos fieles que sirven a la Iglesia, desde la Congregación, en procura de que seamos auténticos discípulos de Jesús para salir a hacer discípulos para Él (Cfr M 3, 14).
Haciendo eco del Mensaje del XXV Capítulo General a la Congregación, “No tenemos derecho a proclamar a Jesús como nuestro Señor y nuestro Dios, si no tocamos sus heridas (Cf Jn 20,27)”, el último día del Congreso salimos de la comodidad del recinto de reunión. Visitamos hermanos en situaciones de postración y enfermos en pobreza extrema o abandono, a quienes acompañamos durante unas horas y con quienes compartimos alguna ayuda material aportada por los participantes. Esta experiencia nos impactó fuertemente y se decidió incorporarla a futuros encuentros.
Esta experiencia de comunión de laicos y profesos, en procura de formar una comunidad que camina unida y quiere asumir su corresponsabilidad en la misión compartida, es lo que deseamos en cada una de las unidades de nuestra Congregación.
Presidió la Eucaristía de clausura Monseñor Angel Garachana, C.M.F., obispo de la Diócesis de San Pedro Sula y concelebraron los sacerdotes que participaron en el Congreso. Posteriormente compartimos un Gaudeamos, donde las delegaciones de cada país mostraron sus dotes artísticas y su folclore.
Damos gracias al Señor, que nos confía su misión, a San Alfonso que intercede por la comunión y perseverancia de sus hijos, y a la bella Madre del Perpetuo Socorro, que es nuestra fiel compañera de camino.
José Antonio Hidalgo,
Laico redentorista.