En el Mes Misionero Extraordinario, misiones populares redentoristas
(Kežmarok, Eslovaquia) – Una persona que quiera tener una idea de la situación religiosa en Europa y que quizá alimente esa idea con la información de los medios de comunicación convencionales, podría llegar a pensar que las misiones populares, al mejor estilo de los redentoristas, son cosa de un pasado ya lejano. Lo cierto es que en Eslovaquia las misiones redentoristas siguen siendo populares, por su estilo y por su alcance.
Con ocasión del mes extraordinario misionero y bajo la dirección del padre Michal Zamkovský (quien es también misionero de la misericordia y con una larga trayectoria en la misión popular) se está predicado la misión redentorista en las tres parroquias de Kežmarok, dos de rito latino y una de rito greco-católico. Han participado también el P. Provincial Václav Hypius y varios congregados más: ocho de la provincia Bratislava-Praga de rito latino, tres de la viceprovincia de Michalovce de rito bizantino. Estuvieron también presentes algunos cohermanos que laboran en la Curia General en Roma: Hno. Jeffrey Roll (Consejero general) y P. Cristian Bueno (Comisión General de Evangelización).
En la ciudad de Kežmarok, en el costado oriental de Eslovaquia, se encuentra ubicado también el Monasterio de las Monjas Redentoristas (OSSR), el cual desde el 2005 ha venido ejerciendo una importante influencia espiritual sobre la población. Desde la oración y la hospitalidad hacia congregados, el convento ha contribuido también de forma significativa a las labores de la misión redentorista en Kežmarok.
Sobresale la participación y el trabajo de los laicos redentoristas, un equipo de cerca de veinte personas dirigido por Pavol Coch, un talentoso misionero laico con una gran capacidad de comunicación con la población juvenil. Este equipo de laicos viene desarrollando los programas para los niños y jóvenes en las diferentes escuelas de la población, tanto católicas como estatales. La aceptación de estos programas misioneros por parte de las directivas de estos establecimientos y de los mismos niños, jóvenes y padres de familia ha sido sorprendente, especialmente si se tiene en cuenta los largos años de influencia comunista del pasado.
El programa de la misión ha convocado también a mujeres y hombres, en horarios y temáticas adecuadas a cada grupo. El número de fieles que atiende estos programas, lejos de reflejar un ambiente secularizado, pone en evidencia la vitalidad de la fe cristiana que está consolidada sobre una larga tradición, y especialmente gracias al testimonio y la perseverancia de una Iglesia que durante muchos años estuvo expuesta a la represión y la persecución.
Al servicio de la reconciliación sacramental se han acercado muchos penitentes gracias a la disponibilidad de los confesores. Como una nueva iniciativa dentro de la misión popular llama la atención un programa que acoge a personas indiferentes al tema religioso, y que generalmente se desarrolla en un espacio apropiado que favorece la comunicación abierta, el compartir y la escucha mutua.
La sencillez, en el estilo de vida y en la predicación de los congregados y misioneros laicos, sigue haciendo comprensible y cautivador el mensaje de la Copiosa Redención de Cristo. Y así, en el Viejo Continente la Luz de Cristo Redentor sigue irradiando de manera siempre nueva, especialmente en el mes misionero extraordinario.
Cristian Bueno CSsR