30 de junio: fiesta del Beato Gennaro Maria Sarnelli

0
1767

El Santo Padre, el Papa Juan Pablo II, lo beatificó el 12 de mayo de 1996 en la Plaza de San Pedro.

Gennaro Maria Sarnelli, hijo del barón de Ciorani, nació en Nápoles el 12 de septiembre de 1702. A los 14 años tras la beatificación de Francis Regis, decidió convertirse en jesuita. Habiendo sido disuadido por su padre debido a su juventud, comenzó a estudiar derecho y obtuvo un doctorado en derecho eclesiástico y civil en 1722. En septiembre de 1728 se convirtió en seminarista y el cardenal Pignatelli lo incardinó como clérigo en la parroquia de San Anne di Palazzo.

Completó su noviciado el 28 de mayo de 1731 y el 8 de julio del año siguiente fue elevado al sacerdocio. Durante estos años, además de sus visitas al hospital, se dedicó a ayudar a los niños pequeños obligados a trabajar y a enseñarles el catecismo. También visitó a los ancianos en el hospicio de San Gennaro y a los condenados a galeras que estaban enfermos en el hospital en el muelle. Estos también fueron los años en que desarrolló una amistad con Sant’Alfonso di Liguori y su apostolado.

El cuerpo del beato Sarnelli descansa en Ciorani, la primera iglesia redentorista.

Gennaro Maria Sarnelli nos ha dejado 30 trabajos que tratan temas de meditación, teología mística, dirección espiritual, derecho, pedagogía, moral y pastoral. Por sus actividades sociales en favor de las mujeres, es considerado uno de los autores que trató este tema más completamente en Europa en la primera mitad del siglo XVIII. Defendió a San Alfonso de las críticas injustas después de haber fundado la congregación misionera del Santísimo Redentor en Scala (SA) el 9 de noviembre de 1732. En junio del mismo año había ido a Scala para ayudar a su amigo durante la misión en Ravello, decidió convertirse en redentorista. sin dejar de ser miembro de las misiones apostólicas.

Oración
Oh Dios, que elegiste al Beato Gennaro María, sacerdote, para mostrar tu amor por el sufrimiento con la predicación y las obras, concédenos, animados por tu caridad, a seguir su ejemplo a comprometernos generosamente a tomar en serio Las necesidades de los hermanos. Amén.