Cuatro nuevos profesos perpetuos en la Provincia de Madrid

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¡La familia Redentorista está de fiesta! El pasado 5 de diciembre, cuatro jóvenes dijeron “sí” para siempre al Señor, a la Iglesia y a la congregación del Santísimo Redentor, con su profesión perpetua. Alegría y esperanza, define lo que vivieron los Misioneros Redentoristas en la Parroquia del Perpetuo Socorro de Madrid.

Los cuatro cohermanos son: Carlos Alfonso Diego Gutiérrez (Salamanca) Álvaro Ortiz Jiménez de Cisneros, Guillermo Javier Rejas Thomas y Joaquín García-Romanillos Henríquez de Luna (Madrid).

La fiesta se iniciaba de víspera en la vigilia de oración, preparada en la capilla del templo. Todos ellos, ante los presentes, manifestaron lo que significaba para ellos este compromiso para siempre.

Al día siguiente, a las doce del mediodía, la monición de entrada manifestaba la alegría de la comunidad que los había visto crecer y se disponía a acompañarlos, como buena madre, en la celebración. También daba gracias por la entrega de sus vidas. El canto de entrada “Dios sigue llamando” nos introducía en el sentido de la fiesta.

En los bancos de la Iglesia familiares, amigos, parroquianos, jóvenes de la pastoral juvenil redentorista… guardaron con prudencia las medidas sanitarias recomendadas para el culto en las iglesias, en este tiempo de pandemia (gel hidroalcohólico, distancia de seguridad, mascarillas…).

Pensando en el fruto pastoral del acontecimiento, la celebración fue retransmitida en directo, por el canal Youtube de la Provincia de Madrid. Se unieron a esta retransmisión, diversos fieles de España, algunos Misioneros, Madres Redentoristas, Oblatas y Laicos de la familia Redentorista. De manera presencial, una treintena de sacerdotes Redentoristas, procedentes de las comunidades de Astorga, Salamanca, Madrid, Mérida, Granada, Valencia y Zaragoza. También, el vicario episcopal de la zona IV.

La mesa de la Palabra nos recordaba aspectos de la historia vocacional de muchos hijos del Pueblo de Dios, y en especial, de estos cuatro jóvenes. La búsqueda de Dios en la noche de la fe; la vida, vivenciada tantas veces, como tierra reseca; la sed de Dios que calma el corazón; la llamada de la vocación; la voz que susurra en el corazón; la elección de Dios; su invitación a permanecer en su amor a pesar de las dificultades, su invitación a dar fruto abundante.

Palabras que actualizaba el P. Provincial, Francisco Javier Caballero, en la homilía que dirigía a estos cuatro jóvenes, subrayando algunas notas de la espiritualidad misionera redentorista, del significado de la profesión religiosa con la emisión de los tres votos y, del cuarto voto “el juramento de perseverancia en la congregación”; advirtió de la importancia de la vida comunitaria para los redentoristas y les exhortó a dejarse acompañar, en los momentos de dificultad y/o de crisis, por los familiares, misioneros y miembros de toda la Iglesia.

Concluida la homilía, comenzó la profesión perpetua con la invocación a los santos; la lectura de la fórmula de profesión, la bendición de consagración, la firma sobre el altar y el gesto de acogida de los cohermanos.

Después, participamos todos de la mesa de la Eucaristía y, antes de los ritos de conclusión, Carlos Alfonso, en representación de los cuatro, dio las gracias a Dios, a todos los presentes, familiares, redentoristas, amigos, jóvenes, parroquianos; a los ausentes, a los que se conectaron por YouTube; a las comunidades redentoristas de origen y a sus comunidades actuales; a la congregación del Santísimo Redentor, al coro musical y a quien retransmitió la celebración. Por su parte, la Provincia Redentorista de Madrid a través del estudiante Javier Arenal, dio las gracias a las familias, especialmente a sus madres, que subieron al presbiterio entre aplausos, para recibir de manos de sus hijos, el regalo de una paloma de cerámica. Concluía la celebración cantando en torno a María, Madre del Perpetuo Socorro.

No quiero terminar sin pediros a todos que recéis por ellos con estas oraciones: “Derrama sobre estos hijos tuyos el Espíritu Santo, para que puedan cumplir fielmente con tu ayuda, lo que llenos de alegría, han prometido”. “Y Dios, que comenzó en vosotros la obra buena, Él mismo la lleve a término hasta el día de Cristo Jesús”. Amén.

Padre Raúl Valencia Gil, C.Ss.R.