Queridos Cohermanos, Hermanas y Misioneros Laicos,
El miércoles de ceniza, 17 de febrero de 2021, comenzamos el tiempo de Cuaresma. Este año, las restricciones impuestas por la pandemia Covid-19 tendrán un impacto dramático en nuestras celebraciones litúrgicas, en nuestro apostolado, predicación y en casi todos los aspectos de nuestra práctica cuaresmal “normal”.
En el Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2021, el Santo Padre nos invita a una profunda renovación de nuestra Fe, Esperanza y Amor a través de la práctica del ayuno, la oración y la limosna, tal como lo predicó Jesús (cf. Mt 6, 1-18). Les animo a reflexionar en oración sobre las palabras del Papa Francisco y a hacer llegar este Mensaje a las personas a las que estamos llamados a servir.
Aunque las restricciones de la pandemia limitarán el alcance de nuestra actividad apostólica durante estas semanas de Cuaresma, no pueden disminuir el alcance de nuestra comunión en la oración y nuestra solidaridad en la compasión, especialmente para con los más abandonados y los pobres. Atentos a los más vulnerables de nuestras comunidades, podemos llegar también a los aislados y solos de la sociedad. Incluso cuando sentimos el impacto económico de esta pandemia en nuestras (V) Provincias y Regiones, debemos ser solidarios con los pobres abandonados que a menudo están justo ante nuestras puertas.
“Miren, estamos subiendo a Jerusalén” (Mt 20,18). Con estas palabras, Jesús invitó a sus discípulos a acompañarle mientras entraba en el misterio de esta Pasión y Resurrección. Una vez más, en esta Cuaresma, aceptamos su invitación y caminamos con Él en su peregrinación de Fe, Esperanza y Amor.
Hermanos y hermanas, que Dios nos bendiga a todos en nuestro camino cuaresmal. Que, acompañados por María, Madre del Perpetuo Socorro, y por San Alfonso, seamos cada vez más auténticos y proféticos Testigos del Redentor. Les deseo a todos una feliz Cuaresma.
Su hermano, en Cristo Redentor,
P. Michael Brehl, C.Ss.R,
Superior General