En Brasil, un nuevo sacerdote redentorista

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La ordenación sacerdotal es una obra de Dios, un don para la vida de la Iglesia. Por este motivo, la Comunidad Redentorista de la Provincia de Río se reunió en la Basílica de São Geraldo, en Curvelo (MG), el 17 de abril, para dar gracias a Dios e implorar su gracia sacramental al nuevo sacerdote Robson Araújo dos Santos, C .Ss.R., Para que, mediante la imposición de manos de Mons.Darci José Nicioli CSsR, Arzobispo Metropolitano de Diamantina, y la oración de la Iglesia, se consagrara a Cristo para vivir como Jesús, que misericordiosamente se hizo pastor y sacerdote de la humanidad. La Celebración Eucarística fue retransmitida en las redes sociales de la Basílica y por Radio Educadora del Coronel Fabriciano.

Fue con fe y convicción que el padre Robson eligió servir a Cristo como misionero redentorista. “La canción ‘Tu voz me hizo pensar, dejé todo para seguirte; Quiero navegar en tus mares ”dice mucho de mi vocación. Fui desafiado por la voz de Dios, que me sedujo y me deje seducir”, dijo el nuevo presbítero, quien agradeció a todos los cohermanos que lo apoyaron y dejaron huella en su camino vocacional.

Según el P. Robson, el lema elegido para su vida sacerdotal fue “Ya no os llamo siervos, os llamo amigos” (Jn 15,15) porque entiende que la invitación de Jesús es una invitación a la cercanía, a la pertenencia, confianza y amor. Por eso quiere vivir su ministerio como amigo de Jesús, como lo hizo São Geraldo. “Sentirse amigos de Jesús significa tener confianza en el camino de la misión, procurar que el corazón del Maestro esté siempre en sintonía con el nuestro y el nuestro, con el suyo”, dijo el Redentorista.

El domingo (18) por la mañana, el P. Robson presidió su primera misa, también en la Basílica de São Geraldo, con la concelebración de los Misioneros Redentoristas, incluido el Superior Provincial, P. Nelson Linhares, C.Ss. R. Al final de la celebración, el P. Mauro Carvalhais, C.Ss.R. dirigió unas palabras de afecto al nuevo sacerdote, subrayando su manera atenta y amable: “¡Padre Robson, que Dios lo haga feliz! Proceda de esa manera. No basta con empezar; ¡Hay que perseverar hasta el final! Naciste para ser misionero redentorista ”.

(provinciadorio.org.br)