El 150 aniversario de la proclamación de San Alfonso de Ligorio como Doctor de la Iglesia es una ocasión para recordar la figura del fundador de la Congregación del Santísimo Redentor y su pasión por llegar a los hombres con la buena noticia de Dios en el amor al hombre. “Respira la bondad de Dios” es un libro preparado por José Miguel de Haro que reflexiona sobre esta pasión alfonsiana.
“Este libro quiere ser una síntesis de la vida de San Alfonso, pensamiento y obra. Llama la atención, por novedoso, el formato de la publicación -a modo de cuaderno de bitácora- la tipografía, ilustraciones… que hacen posible al lector tener una imagen ágil y realista de la figura del santo napolitano”, comenta un redentorista español.
Se trata de provocar una dinámica de encuentro entre el lector y el santo, presentando algunos datos biográficos y, a la vez, describiendo cómo entiende él el amor de Dios, en qué consiste la oración, quién es Jesucristo, qué significa vivir una espiritualidad desde la ecología, cómo integrar la voluntad de amor de Dios, qué entiende por santidad, qué supone el misterio de la pasión y de la cruz, la Eucaristía, María y la vida en eternidad… Y todo ello tejido desde el amor, porque si algo descubrió y transmitió san Alfonso es que Dios solo puede amar, y esa es la experiencia fundante que cambia su vida y le lleva a anunciar el Evangelio a todos, especialmente a los más necesitados.
¿Puede San Alfonso ayudarnos a entender el mundo en el que vivimos hoy, en la era de las pandemias y los problemas resultantes? San Alfonso también se encontró con la realidad de la enfermedad, la soledad y la pobreza cuando, siendo joven, se comprometió al servicio de los enfermos. Esta experiencia tuvo un impacto significativo en la vida y la vocación del Santo.
San Alfonso, en sus visitas al Hospital de los Incurables de Nápoles, descubre que esto de Dios “va de otra cosa”. Entra en contacto con enfermos contagiosos que están abandonados y solos, y ahí experimenta su nuevo nacimiento. El mundo se le hace transparente, le habla de Dios… su mirada de artista contempla la creación y la vida como un lugar para recrear armonía y bondad; la bondad de Dios. Como misionero, entra así en una vía mística y ascética que nos descubre la certeza de que “el hombre activo es un místico cuando sabe que sus actos son parte de una acción más grande”; la bondad que Dios entrega en Jesucristo. Y Alfonso es el hombre que respira la bondad de Dios.
¿Qué puede llamar la nuestra atención en la interesante y fructífera vida de San Alfonso? La respuesta concreta a esta pregunta se encuentra en este libro.
Esta es la vida de un abogado, sacerdote, misionero, escritor, moralista, compositor, pintor… que sabía que el amor renace cuando se escucha y acoge de corazón a Dios. Su vida nos ayuda a responder a la pregunta sobre si lo que buscamos es la seguridad a toda costa o la confianza llena de esperanza en una amistad que va madurando.
Por eso, este libro, gestado durante el confinamiento, se convierte en una herramienta práctica para salir a una nueva realidad donde el ser humano se siente necesitado del aliento de Dios para encontrar sentido y porvenir.
El texto completo del presentación del libro, se puede encontrar en el último número de “Vida Nueva”.