Cada 7 de junio, la iglesia celebra a San Antonio Gianelli, obispo de Bobbio y fundador de las Hijas de María.
La influencia de San Alfonso María de Ligorio en la vida de otros santos se puede reconocer sobre todo en los tres santos redentoristas, como San Gerardo Majella, San Clemente María Hofbauer y San Juan Nepomuk Neumann.
Sin embargo, fuera de la Congregación Redentorista, San Alfonso logró inspirar y proponer su doctrina y su ministerio. Este es el caso de San Antonio Maria Gianelli, un santo italiano nacido dos años después de la muerte de San Alfonso.
San Antonio Gianelli se acercó a las enseñanzas de San Alfonso incluso antes de ser canonizado. El santo, de hecho, pudo ver a su maestro elevado a los altares siete años antes de su muerte.
La influencia de San Alfonso en la vida de este santo está ligada a sus estudios sobre la moral y su método misionero. Tal fue la identificación de San Antonio Gianelli que fundó una congregación misionera masculina bajo la protección de San Alfonso. Esta congregación, que tenía el nombre de “Oblatos de San Alfonso María de Ligorio”, ya no existe, pero fue de gran importancia.
En 1838, cuando San Antonio Gianelli fue nombrado obispo de Bobbio, en Italia, contó con la ayuda de los “Padres Ligorianos” en la reorganización de la diócesis, quienes regañaron a los sacerdotes menos celosos e incluso expulsaron a los indignos.
San Antonio Gianelli murió prematuramente, a la edad de 57 años, el 7 de junio de 1846. En sus obras, este santo exponía sus pensamientos algo ‘revolucionarios’ de la época, cuando hablaba de la moral del clero con sencillez y rectitud en seguir a Cristo.
Además de la orden de los ‘Padres Ligorinos’, el santo fundó la congregación femenina ‘Hijas de Maria Santíssima dell’orto’; las hermanas Gianelinas. Esta orden religiosa permanece hasta el día de hoy.
(a12.com)