José Miguel de Haro CSsR: “el pueblo haitiano debe recuperar su dignidad de pueblo”

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El padre José Miguel de Haro, redentorista que dirige la ONG “Acoger y Compartir”, con proyectos en Haití, informa sobre la situación en el país caribeño. El padre José Miguel, actualmente comprometido en la construcción de un pequeño dispensario social en Les Anglais, al sur de Haití, nos relata su visión sobre la situación que vive el pueblo haitiano tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse,

“El pueblo vive con miedo, según la información que me llega de Haití, porque violencia y asesinatos han continuado en Puerto Príncipe. Las bandas armadas, siguen actuando y generando miedo. Esta es una de las amenazas que pueden conducir al caos social y político que se quisiera evitar, el riesgo de Anarquía. Frente a esto existe la intención de los Organismos Internacionales como ONU, OEA, UE buscando un consenso, un acuerdo político entre los diferentes partidos y estructuras. Concretamente entre Claude Joseph y el nuevo candidato presidencial, Ariel Henry. Según las últimas noticias, este último parece contar con el reconocimiento de Joseph para liderar el país, lo que facilita las cosas de cara al sepelio del ex presidente el próximo día 23. Sería un importante paso adelante para la reconstrucción del país, pero no la solución.”

Padre José Miguel

Para el misionero la solución no puede ser repetir las fórmulas anteriores. Es decir, elecciones dirigidas por los viejos políticos que carecen de credibilidad. “No basta con tener elecciones a las que una gran parte del pueblo no les da su confianza. En mi opinión se debe hacer un trabajo previo, consiguiendo que todos los ciudadanos dispongan de un documento de identidad válido. No es suficiente con solicitar la intervención de organismos internacionales para supervisar resultados, hay que hacer un trabajo en el que la mayoría recupere la confianza.”

“También me parece importante que los candidatos no estén manchados por el narcotráfico, por ningún tipo de corrupción. Creo que este aspecto la iglesia podría ayudar a un discernimiento y la presentación de nuevos líderes, principalmente candidatos jóvenes con formación para poder hacer un cambio generacional en bien de todo el país. Me parece imprescindible proponer candidatos con un sentido ético demostrado. Con calidad humana y capacitados para realizar la transformación necesaria en el país. Las elecciones debe ser verdaderamente representativas, no vale cualquier representación. Es cierto que la situación es muy difícil.”

“En mi opinión, sigue diciendo padre Miguel, se debiera hacer un trabajo social en todo el país para superar la idea de que la única salida es la violencia. Ofrecer diálogo, respeto a las decisiones, solidaridad, para que el pueblo recupere su fe en el proyecto como pueblo. Hay que verificar el itinerario del dinero que recibe cualquier organismo para ayuda. No vale permitir de una u otra forma que no se sepa donde termina el dinero de las donaciones. Sea porque intervino el Estado, sea porque el organismo no ha terminado de cumplir lo que ha prometido. Los controles, auditorias deben hacerse públicos y transparentes.”

Luego nos habla sobre los controles que no los hay: “No importa si la ONG proviene de celebridades o políticos estadounidenses, deben ser auditadas, controladas. El dinero invertido de forma pública debe estar justificado. También en esta área podrían ayudar los hombres y mujeres de iglesia. Ciertamente esto la volverá incómoda; pero se acude a los actos religiosos con demasiada facilidad. Ejercer la profecía en un contexto de corrupción se dice pronto, otra es demostrar que en la misión las palabras no son suficientes. La iglesia, pese a sus esfuerzos, debe insistir con creatividad demostrando al mundo de la política que con el hambre de los pobres no se negocia. Son muchas las voces que han afirmado que hay políticos corruptos. Hay una frase que circula por ahí: “Alguien le dio de comer a la serpiente”. Mientras eso sea posible no habrá un futuro nuevo para la ciudadanía.”

Finalmente, toca un tema crucial para Haiti, la inseguridad: “También habría un tema a investigar, la inseguridad. El pueblo haitiano no confía en la policía, aunque algunos hagan bien su trabajo, pero la sombra de la corrupción sobrevuela sobre ellos.”

Nos alienta sobre el futuro del país: “Tengo fe en los jóvenes que aman su país y quieren un futuro diferente, más ético y más solidario con todos los que llevan demasiado tiempo soportando la arrogancia de una minoría que abusa de ellos.”