(del Blog de la Academia Alfonsiana)
Antes de continuar profundizando en el concepto de “necropolítica”, propuesto por el prof. Mbembe, es necesario descender a las raíces epistemológicas de su pensamiento para comprender cómo el autor profundiza la tradición filosófica recibida en un proceso de continuidad y discontinuidad.
Así, encontramos que la visión de Achile Mbembe se basa en el concepto de “biopoder” propuesto por el célebre filósofo Michel Foucault. La primera aparición consecuente de tal pensamiento que conocemos se da en el último capítulo, «El derecho a la muerte y el poder sobre la vida», del Volumen I, Voluntad de saber, de la Historia de la sexualidad de Foucault.
De manera sumamente resumida, podemos decir que el filósofo francés parte de la forma en que se ejercía el “derecho a la muerte” en los regímenes antiguos. Aparentemente como evolución de la patria potesta del derecho romano, mediante la cual el jefe de familia podía disponer de la vida de sus hijos y esclavos, el soberano, para defender su vida y la vida del Estado, podía decidir “justificadamente” sobre muerte de individuos o grupos para que cesara la amenaza. La guerra, de esta manera, se justifica como un instrumento ante todo de protección.
Con el transcurso de las etapas históricas y, principalmente, la evolución de la técnica y la ciencia, que redujo enormemente la mortalidad y, rompiendo con una forma previa de metafísica, introduce el mundo de la vida y los cuerpos en el discurso, el ejercicio del poder por parte del soberano individual o de los grupos de poder comienza a centrarse en “quién” puede vivir y “cómo” esta vida puede desarrollarse.
En el pensamiento de Foucault, que busca de manera innovadora comprender la influencia del ejercicio de la sexualidad y su lugar fundacional en las relaciones sociales, cambia el carácter simbólico en el ejercicio del poder, que ya no se centra en la defensa, sino que busca un fin en sí mismo. Observar esta influencia nos ayudaría a identificar con mayor claridad la forma en que la implantación de determinadas políticas basadas en una determinada simbología del cuerpo y el ejercicio de la sexualidad constituyen lo que él llamará “biopoder”.
Mbembe extrapolará el pensamiento de Foucault de una manera muy interesante, sin embargo, este es el tema de nuestro próximo artículo …
por p. Maikel Dalbem, CSsR