Al desplazarse por las páginas de este nuevo número de Studia Moralia uno tiene la impresión casi tangible de sentir el ritmo de la vida palpitando en ellas, esa vida que es más grande que cada pensamiento y cada palabra porque el pensar viene después de vivir y hablar. No puede contener la vida, pero solo evocarla. San Alfonso fue un hombre, un creyente, inmerso en la vida, escuchando la voz de la vida, capaz de compartir la angustia del hombre en busca de su propia verdad como persona y como hijo de Dios, mendigo de misericordia, hambriento de justicia, sediento de belleza. Por eso nos sigue hablando hoy, porque el camino que nos propone como Maestro es un camino que parte de la concreción de la vida humana, esa vida que Cristo abrazó haciendo suya nuestra carne.
Las primeras páginas están dedicadas a la agradecida memoria de dos Redentoristas que derramaron tanta energía por nuestra Academia: el p. Marian Sojka, prefecto de la biblioteca de 2002 a 2011, y el hermano Gaudenzio.
La sección principal recoge una serie de intervenciones y artículos de diferentes temas, estilos y métodos, unidos por la celebración del doctorado de San Alfonso y por la convicción de que la teología y la espiritualidad alfonsianas son muy actuales y vitales en referencia al magisterio del Papa Francisco.
Estamos seguros que la celebración del doctorado de San Alfonso no pasará sin dejar rastro, pero resultará ser una oportunidad para volver a su trabajo guardando en el corazón, como repite cada día el Papa Francisco, ansiedades, esperanzas, sueños y temores. de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.
del editorial de Maurizio P. Faggioni
