El pasado 24 de marzo tuvo lugar en el Aula Magna de la Academia Alfonsiana de Roma una Jornada de Estudio, con ocasión de la clausura solemne del 150 aniversario de la proclamación de San Alfonso Doctor de la Iglesia. La sesión contó con la presencia del Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede. Impresionaba verle sentado en la primera fila, tomando apuntes humildemente en su pequeño cuaderno de lo que decían los profesores.
La Jornada comenzó con un saludo del P. General Michael Brehl, que fue leído por el presidente de la Academia Alfonsiana, P. Alfonso Amarante. Continuó con una conferencia del redentorista P. Sabatino Majorano, profesor emérito de la Academia Alfonsiana, titulada “La verdad moral como verdad salvífica”. Majorano, un experto internacionalmente reconocido en moral alfonsiana, comenzó su discurso citando la obra del Prof. Marciano Vidal sobre la Teología moral de San Alfonso. Su ponencia puso de relieve la centralidad de la conciencia en la moral, entendida como camino de transformación personal.
A continuación, tomó la palabra el prof. Antonio Autiero, profesor emérito de la Universidad de Münster (Alemania), sobre el tema “Alfonso M. de Liguori en la maraña de la Modernidad”. Autiero presentó a San Alfonso como un teólogo de la Modernidad y abogó por una comprensión amplia de este fenómeno histórico, que evite simplificaciones condenatorias.
La lección magistral de la Jornada estuvo a cargo del Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede. Disertó sobre el tema “Conciencias maduras para una iglesia adulta, para la fraternidad y la amistad social”. Esta conferencia conectó el tema de la formación de la conciencia, central la tradición alfonsiana, con la última encíclica del papa Francisco, Fratelli Tutti, y con su proyecto de reforma eclesial. Finalmente, clausuró la Jornada el prof. Vincenzo Buonomo, cristiano laico y jurista, rector de la Pontificia Universidad Lateranense. El encuentro continuó con una comida festiva en el refectorio de la comunidad.
Fue un importante momento de encuentro, no solo por el número de asistentes y el alto nivel de las ponencias, sino por lo que supone de confirmación por parte de la Santa Sede del trabajo teológico que está desarrollando la Academia Alfonsiana, depositaria del legado teológico de San Alfonso, doctor de la Iglesia, y patrono de moralistas y confesores.
Alberto de Mingo, CSsR.
