El Cardenal Joseph Tobin CSsR, arzobispo de Newark, presidió una misa solemne en la iglesia de San Alfonso de Roma el domingo 26 de junio, víspera de la fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y encabezó una procesión con un icono de la Virgen por las calles que rodean su santuario en Roma. La concelebración contó con la presencia de Mons. Gérard Pettipas CSsR, arzobispo de Grouard-McLennan en Canadá y del P. Michael Brehl CSsR, Superior General de la Congregación de los Redentoristas.
– Con alegría iniciamos esta solemne celebración, tras dos años de limitaciones provocadas por Covid. Damos gracias a Dios por poder reunirnos todos para rezar a la Madre del Perpetuo Socorro”, dijo el P. Gianni Congiu CSsR, Rector del santuario, al dar la bienvenida a los participantes en la liturgia. También dirigió la Novena Perpetua antes de la Santa Misa.
El Cardenal Tobin recordó en su homilía que la celebración marca 156 años desde que Pío IX confió el icono al cuidado de los miembros de la Congregación del Santísimo Redentor, los misioneros redentoristas, y les encomendó la misión de “darlo a conocer en el mundo”.
El icono no se asoció exclusivamente a los redentoristas, siempre hubo un claro vínculo con los pobres, los inmigrantes, las víctimas de la guerra y los olvidados. Es una poderosa herramienta de evangelización, especialmente en las grandes ciudades de Asia.
El Cardenal añadió que había conocido a personas no cristianas que, al preguntarles por qué visitaban la “Iglesia de la Novena” en Singapur, respondían: “Queremos hablar con la Señora misericordiosa”.
El Cardenal Tobin dijo que este precioso icono de la Virgen nos ayudará a encontrar el valor para mirar otros iconos, imágenes de sufrimiento que nos rodean. Y nos animará a pedir una señal de corazones duros cambiados en corazones misericordiosos.
María, en esta imagen del Perpetuo Socorro, nos enseña cómo Dios la eligió para participar en la redención misericordiosa y abundante en Cristo. Todos los que miran su imagen están invitados a reflexionar sobre cómo Dios les invita a convertirse en embajadores de la misericordia”, dijo el Cardenal.
A la celebración asistieron numerosos redentoristas de las comunidades romanas, estudiantes redentoristas, religiosas y fieles laicos, en representación de la pastoral de los distintos grupos lingüísticos presentes en el santuario de la Madre del Perpetuo Socorro: italiano, inglés, polaco y español. La procesión estuvo acompañada por la Banda Orquestal de la Región del Lacio, que al final ofreció una breve animación musical en el parvis.
La celebración de la fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro comenzó con una novena de nueve días y finalizará la noche del 27 de junio, fiesta litúrgica de María.
Debido a la pandemia, la procesión por las calles de la ciudad no se celebró durante los dos últimos años, y a la celebración en la iglesia sólo pudo asistir un número limitado de personas. Por ello, la reanudación de la tradicional celebración de la fiesta de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro fue bien recibida por los fieles.
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