Los días 27 al 30 de junio fueron días de gracia para los miembros de la Misión de Kenia, porque nos reunimos para el retiro anual en el Centro Pastoral de Santa María Rosa Mística, en Nakuru-Kenia. La presencia del P. Joseph Royan, C.Ss.R., quien viajó desde la India para predicar el retiro y dirigir un taller sobre la Misión, representó una bendición para la Misión de Kenia.
El retiro comenzó con la celebración de la Eucaristía, precisamente en el día de la fiesta de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro. Esta celebración fue presidida por el P. Paul Pazhangattu, Superior de la Misión. Después de la cena, tuvimos una charla introductoria animada por el pasaje evangélico: “Vengan apártense a un lugar solitario para descansar”. El P. Royan recordó a los cohermanos que el retiro es un tiempo para estar con Jesús y un tiempo para descansar en el seno del Padre celestial. Este es también un tiempo de gracia, renovación, rejuvenecimiento, desintoxicación y transformación. Nos pidió que reflexionáramos sobre la pregunta “¿qué haces aquí?”. Como San Alfonso narraba en uno de sus escritos, ¿también nosotros podemos decir que estamos a la caza de Dios? Para ello, necesitamos entrar en la cueva de nuestro corazón, como San Alfonso, quien descubrió su llamada y su Misión en el silencio de la gruta de Scala.
La meditación de los siguientes días de retiro giraron en torno a temas como la vida consagrada, la llamada a la santidad, la llamada al sacerdocio, la llamada al servicio, la importancia del Espíritu Santo en nuestras vidas, la fraternidad en comunidad y, María, nuestra madre. El lugar del retiro fue muy propicio para la reflexión y el descanso. Puedo decir que todos estábamos llenos de la gracia del Espíritu Santo, y nos sentimos renovados por las charlas, reenergizados por la mesa compartida y rejuvenecidos por el ambiente de oración. En verdad nos sentimos movidos a ser “testigos del Redentor, en solidaridad para la misión en un mundo herido”.
Después del retiro, el primero de Julio, tuvimos la Asamblea de nuestra Misión en la cual evaluamos nuestras prioridades pastorales y apostólicas, la vida comunitaria y la formación. También evaluamos de manera consciente las diversas sugerencias que nuestro Provincial (el P. Edward Joseph Raju, de la provincia de Bangalore) ofreció en su visita a la Misión y decidimos empezar a trabajar seriamente en ellas. Con casi treinta estudiantes en diversas etapas de formación en la misión de Kenia, vemos el futuro de nuestra Misión con gran esperanza y con el deseo de expandir nuestras alas hacia nuevos horizontes.
P. Paul Pazhangattu, C.Ss.R.
Superior de la Misión, Kenia
