La Iglesia de la Santa Cruz de Braniewo fue el escenario de la celebración jubilar de los 100 años de presencia redentorista en Varmia, una región del norte de Polonia.
En la festividad de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro, se llevaron a cabo las principales celebraciones de los 100 años de ministerio de los padres y hermanos de la Congregación del Santísimo Redentor, quienes llegaron a Warmia en 1923 y se establecieron en el Santuario de la Santa Cruz de Braniewo.
En abril se realizó una conferencia científica para presentar las circunstancias y los eventos que siguieron a la llegada de los Redentoristas a Varmia. Y ahora culminamos con una solemne celebración de la Santa Misa. Estoy muy contento de que tantos fieles y sacerdotes se hayan reunido en la Iglesia de la Santa Cruz para dar gracias a Dios por los años de ministerio de los Padres y Hermanos. El trabajo de los Redentoristas es una importante contribución espiritual no solo para Braniewo, sino para toda la archidiócesis. Cada instituto tiene un carisma. Durante siglos, los Redentoristas han llevado a cabo las llamadas “misiones populares”, llegando a los fieles en su vida cotidiana, para anunciar a Cristo Redentor. Fue con ellos que nació el culto a Nuestra Madre del Perpetuo Socorro. Por eso celebramos esta fiesta del Perpetuo Socorro”, dijo Mons. Józef Górzyński, arzobispo de Olsztyn (Varmia), quien presidió la solemne Eucaristía.
Los sacerdotes y fieles fueron recibidos por el Padre Grzegorz Lachowicz CSsR, superior de la comunidad de Braniewo. “Damos gracias a Dios por los cien años de trabajo pastoral en este lugar. Antes de la guerra, nuestros cohermanos de la Provincia de Colonia (Alemania) realizaron apostolado aquí, y después de la guerra, nuestros cohermanos de la Provincia de Varsovia. Emprendieron la labor misionera en Braniewo y en varias parroquias de los alrededores, donde no había sacerdotes. Damos gracias por los años de formación en el noviciado de Braniewo, de donde salieron alrededor de doscientos novicios”, dijo el Padre Lachowicz.
La homilía estuvo a cargo del Padre Dariusz Paszyński CSsR, Superior de la Provincia de Varsovia. Después de la misa, el arzobispo Józef Górzyński bendijo una placa conmemorativa y se plantó un roble conmemorativo.
La celebración continuó con una fiesta en el jardín del monasterio, donde se ofreció un concierto a cargo de la Familia Pospieszalski.
Krzysztof Kozłowski, Gość Niedzielny – Posłaniec Warminski; (www.olsztyn.gosc.pl)
