Siempre es conmovedor ver a un matrimonio evangelizando juntos en una misión. El año pasado lo vivimos cuatro veces en nuestra archidiócesis de Kaunas (Lituania) en misiones similares. Los Redentoristas intentan ayudar a la comunidad a recuperar la vocación misionera dada a todos los bautizados. Por eso, entre los invitados que ayudan a formar nuevos discípulos y misioneros se encuentran matrimonios (a veces incluso con sus hijos).
Durante el período zarista ruso y el comunismo, el alma de la nación lituana resultó gravemente herida. Muchas personas fueron exiliadas a Siberia y, en otros lugares, las familias quedaron destrozadas. En este período postotalitario se sienten los síntomas de heridas históricas más profundas. Muchas familias se desmoronan y la presencia de los hombres en la Iglesia es muy débil.
Ésta es una de las razones por las que la misión de evangelización de los matrimonios de otros países es una parte tan importante del esfuerzo misionero. Estos matrimonios de discípulos y misioneros de Jesús son un nuevo estímulo y un modelo no sólo para los sacerdotes sino también para las familias y los laicos.
Muchos sacerdotes en Lituania aprenden a trabajar con los laicos. Por tanto, estas visitas ayudan a las comunidades lituanas a crecer en esta zona. En algunas parroquias también hay signos de clericalismo. La presencia de testigos laicos competentes y apasionados del Evangelio es un antídoto adecuado contra esta enfermedad.
Dado que muchos Redentoristas de Bratislava – Praga cooperan activamente en la proclamación del Evangelio con Socios laicos en la Misión, la conciencia de la importancia de hacerlo juntos es muy fuerte en el ministerio de los redentoristas eslovacos que trabajan en Lituania. También forman parte de una comunidad misionera laica, “Árbol de la Vida”, que coopera con los Redentoristas en misiones parroquiales y otros esfuerzos misioneros.
En marzo de este año tuvimos en Kaunas a Michelle y Peter Moran, profesores y evangelistas de Inglaterra. En junio, Scott y Donna Underwood, artistas de Estados Unidos e Ilona y Bosse Vetterud de Suecia. El testimonio y el ministerio de todos estos matrimonios fue un soplo de nuevo dinamismo misionero en Lituania. Cada una de estas parejas merece un artículo aparte y extenso.
Recientemente, en el mes misionero de octubre, tuvimos el privilegio de recibir a otra pareja de misioneros en nuestra arquidiócesis: Jude y Veronica Antoine de Malasia. Ambos dejaron sus trabajos hace treinta años. Jude trabajaba en un banco y Verónica ocupaba un puesto directivo superior en Volvo. Ahora, sus dos hijas viven en Eslovaquia, formando equipos misioneros para evangelizar en Europa y sirviendo predominantemente, pero no exclusivamente, en Europa. Jude y Verónica han servido hasta ahora en 40 países en todo el mundo.
Entre otros encuentros importantes, se reunieron con la Facultad de Teología Católica de la Universidad Vytautas Magnus. (Dos redentoristas eslovacos, Rastislav Dluhý y Peter Hertel, trabajan allí como capellanes). El énfasis de toda la charla estuvo dirigido al principio fundamental de que desde nuestro bautismo, todos somos llamados a ser misioneros; no es sólo una tarea del clero. Para su charla eligieron el título: “Lituania – una misión evangélica”.
Para los Redentoristas, estas visitas de misioneros extranjeros también son un regalo. Es como un soplo de aire fresco y un estímulo amistoso para continuar.
P. Rastislav Dluhý CSSR