P. Rogério Gomes: Celebramos 291 años proclamando la Abundante Redención

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El 9 de noviembre de hace 291 años, se fundó la Congregación del Santísimo Redentor. Con este motivo, el P. Rogério Gomes CSSR, Superior General, escribió una carta a toda la Familia Redentorista.

Desde la fundación hasta hoy, no hemos perdido el hilo conductor, el soplo carismático del Espíritu. Hoy, cada cohermano es el custodio de este tesoro, –  afirma el Padre General. Luego, dirigiéndose a todos los cohermanos, formandi, y a todos los que están implicados en la misión de la Congregación, declara:

Celebramos con alegría esta fecha del nacimiento de nuestro Instituto, aniversario que nos anima a fortalecer nuestra fe, esperanza y celo misionero. La Congregación es una realidad dinámica, pero podemos hacer mucho más, porque somos misioneros de la esperanza siguiendo las huellas del Redentor. No podemos dejar que la comodidad y la falta de celo apostólico nos arrebaten el ardor misionero personal y comunitario y nos debiliten hasta el punto de no ser reconocidos por nuestro propio Fundador. 

Lea la carta completa:


Misioneros de la esperanza, tras las huellas del Redentor
AÑO DEDICADO A LA VIDA COMUNITARIA
Const. 21-75; EG 026-049; Lc 6,12-16

Queridos Cohermanos,
Obispos Redentoristas,
Formandos,
Laicos asociados a nuestra misión y Oblatos Redentoristas,
Juventud Misionera Redentorista (JUMIRE),
Ex Seminaristas y 
Demás Familia Redentorista

  1. El 9 de noviembre de 1732, Alfonso y sus compañeros Pedro Romano, Juan Bautista Di Donato, Vicente Mannarini y Silvestre Tósquez, junto con Monseñor Falcoia, celebraron la Misa del Espíritu Santo y entonaron el Te Deum invocando la luz del Paráclito sobre la Nueva Obra. Alfonso y el Hermano Vito Curzio perseveraron en el pequeño Instituto y, gracias a ellos, hoy la Congregación está presente en los cinco continentes y cumple 291 años de proclamación de la abundante redención. Después de todos estos años, ¿qué nos diría Alfonso al ver la Congregación hoy, casi tricentenaria? ¿Reconocería la Congregación que fundó? ¿Y qué nos pediría? 
  2.  Hoy Alfonso nos haría las siguientes preguntas muy directas: Cohermano, ¿dónde encuentra usted a los que representan cabreros de hoy? ¿Están en su corazón y en su misión o son sólo un concepto abstracto? ¿Y cómo les ha anunciado la abundante redención? Y su comunidad religiosa, ¿cómo experimenta el ardor misionero Ciertamente, Alfonso nos diría, con gran énfasis, que no olvidemos nunca nuestras raíces fundacionales, el Evangelio y los más pobres, para no correr el riesgo de traicionar su carisma, y que hagamos una lectura muy amplia y densa de los tiempos actuales para dar respuestas concretas a los hombres y mujeres de hoy en sus periferias geográficas y existenciales. A cada uno de nosotros nos diría que no perdamos el ánimo, incluso en los momentos en que no tenemos respuestas, y que el Redentor y su Espíritu caminan con nosotros. Por último, nos apremiaría a profundizar cada vez más en nuestra identidad y misión carismáticas. 
  3. ¡Nuestro Santo Fundador no se sorprendería del rostro actual de la Congregación en su proceso de reestructuración para la misión! Al contrario, estaría muy perplejo si su Instituto se encontrara en la misma forma como él lo dejó. En este sentido, Alfonso hizo todo lo que pudo en su contexto para ayudar a crecer la obra misionera que fundó. Y fue este espíritu de apertura, de darse cuenta que era obra del Espíritu, lo que hizo posible que quienes la continuaron llevaran a la Congregación hasta donde actualmente se encuentra. Desde la fundación hasta hoy, no hemos perdido el hilo conductor, el soplo carismático del Espíritu. Hoy, cada cohermano es el custodio de este tesoro. Por eso, cada uno tiene una inmensa responsabilidad ante la historia y el Pueblo de Dios, porque la Congregación es una obra del Espíritu que continuará sus días si sus miembros son fieles en el seguimiento del Redentor y son hermeneutas y aplicadores de la redención en el contexto del mundo herido.
  4. Por eso, es decisivo estar atentos al mundo de hoy. Nos interpela, pero también nos ofrece claves de lectura importantes para interpretar el carisma y analizar con sinceridad si estamos siendo fieles al Evangelio. En este sentido, es necesario mirar nuestra propia historia en este mundo y lo que los últimos Capítulos Generales nos han motivado e indicado. ¿Qué resonancia tienen en nuestras (vice) Provincias y comunidades? Con sus límites, son organismos sinodales y nos dan indicaciones sobre cómo releer nuestro carisma. Por eso, pido que cada (vice) Provincia profundice las decisiones del Capítulo General en sus capítulos y asambleas (vice)provinciales, así como los Planes Estratégicos elaborados en las terceras fases del XXVI Capítulo General. Deben llegar a nuestras comunidades, a nuestros formandos y a nuestros laicos. Somos un cuerpo misionero y debemos caminar en armonía, inspirados por el Espíritu, bajo la guía de nuestros textos fundacionales. 
  5. La Congregación, con sus 291 años, no sobrevivirá si no tenemos vocaciones. Por eso, cada (vice) Provincia debe hacer todo lo posible para promoverlas, acompañarlas y discernirlas utilizando los recursos humanos y financieros, como también los medios de comunicación. Somos una Congregación misionera formada por sacerdotes y hermanos, y esto debe reflejarse en la promoción vocacional. Pero no basta con que los promotores cumplan su misión. Cada cohermano es promotor vocacional por medio del testimonio de su vida y de la alegría que comunica su ser redentorista. “El vigor de la Congregación para continuar su misión apostólica depende del número y de la calidad de los candidatos que quieran incorporarse a la comunidad redentorista. Por ello, todos los cohermanos, gracias a la estima y el amor a la propia vocación, aplíquense a la pastoral del fomento de vocaciones para la Congregación” (Const. 79). Podríamos preguntarnos muy seriamente: ¿por qué hay lugares donde la Congregación está presente y nunca ha surgido una vocación? ¿Qué es lo que falta? ¿Comunicamos nuestro carisma allí donde estamos? ¿Hemos llegado a los jóvenes? El futuro está en manos de cada uno de nosotros. Debemos echar siempre nuestras redes en aguas más profundas (cf. Lc 5,4), aunque no obtengamos resultados, pero estamos haciendo nuestra parte. 
  6. Queridos Cohermanos, Formandos y todos aquellos y aquellas que están relacionados con la misión de la Congregación. Celebramos con alegría esta fecha del nacimiento de nuestro Instituto, aniversario que nos anima a fortalecer nuestra fe, esperanza y celo misionero. La Congregación es una realidad dinámica, pero podemos hacer mucho más, porque somos misioneros de la esperanza siguiendo las huellas del Redentor. No podemos dejar que la comodidad y la falta de celo apostólico nos arrebaten el ardor misionero personal y comunitario y nos debiliten hasta el punto de no ser reconocidos por nuestro propio Fundador. 
  7. Que San Alfonso siga estimulándonos y haciéndonos ver nuevos horizontes para nuestro Instituto. ¿Qué Congregación dejaremos a las futuras generaciones de Redentoristas? Eso depende de cómo entendemos nuestra consagración y gastamos nuestros días en favor de la copiosa apud eum redemptio tanto personalmente como en comunidad. 
  8. Que María, Madre del Perpetuo Socorro, nuestros Santos, Mártires, Beatos y Venerables nos concedan la gracia, la perseverancia, la alegría y la fidelidad creativa para ser fieles a la misión del Redentor.

Fraternalmente, en Cristo Redentor, 

P. Rogério Gomes, C.Ss.R.
Superior General

Roma, 09 de noviembre de 2023

Original: Español