Brasil: diez jóvenes Redentoristas profesan los votos de pobreza, castidad y obediencia

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“Haced lo que él os diga” (Juan 2,5)

Este fue el tema elegido por diez jóvenes novicios, que profesaron por primera vez los votos de pobreza, castidad y obediencia en la Congregación del Santísimo Redentor. La celebración de la Profesión Religiosa se realizó este sábado 13 de enero, a las 18 horas, en la Iglesia de Santa Teresinha, en Tietê (SP), Brasil.

Profesaron sus votos como hermanos: Ewerton Machado Dias, Kaio Henrique Oliveira da Costa y Valdir Carneiro da Silva, que completaron su noviciado en el Seminario de Santa Teresinha, en Tietê, Breno de Carvalho Bandeira, Jean Gilson dos Santos, João Paulo de Oliveira Teobaldo y Rafael Lucas da Silva, que realizaron su noviciado en Colombia, y Arilson Dener da Silva, Lucas Oliveira da Silva y Natan Augusto Pimentel Santos, cuyo noviciado tuvo lugar en Argentina.

La Misa fue presidida por el Padre Marlos Aurélio da Silva, C.Ss.R, Superior Provincial de la Provincia Nuestra Señora Aparecida. Durante la celebración, los jóvenes vistieron por primera vez el hábito redentorista, como signo de su consagración y testimonio a través de la pobreza. Según la tradición alfonsiana, los religiosos reciben, además del hábito, el rosario y la medalla, configurándose como misioneros de la Copiosa Redención.

Los votos de pobreza, castidad y obediencia expresan un camino hacia la experiencia radical de la donación del religioso a Dios, es decir, toda su vida estará plenamente disponible para seguir a Cristo.

El padre Marlos Aurélio subrayó el lema elegido por los jóvenes para emitir sus primeros votos:

“En este día, nuestra alma Redentorista está llena de gratitud, alegría y esperanza. Por ustedes diez y con ustedes. Porque hoy se dejarán consagrar libremente por el Santísimo Redentor, en nuestra querida familia misionera. El propósito de esto está bien expresado en el lema que han elegido: hagan lo que Él les diga. Es una actitud de obediencia existencial, es decir, de quien se ha dejado activar por el amor de Dios y quiere recibir un “sí” como respuesta. como horizonte de vida. Esto es dar prioridad a Dios y a su amor”.

El Superior Provincial también recordó la importancia del período de Noviciado que los nuevos cohermanos vivieron antes de su profesión religiosa:

“El tiempo del noviciado es un tiempo muy especial. Digamos que es un tiempo fructífero, intenso, para sumergirnos en la vida redentorista. Por eso allí, tanto en Colombia como en Argentina, en Tietê, no tenían otras preocupaciones que ésta: orar, convivir, experimentar, saborear la vida y la espiritualidad redentorista”.

(a12.com)