Los días 28 y 29 de febrero, en la comunidad romana de San Gioacchino in Prati, sede de la nueva Unidad, el superior provincial inició la visita canónica de las 50 comunidades y aproximadamente 300 cohermanos que componen la nueva Provincia de Europa del Sur. Una tarea exigente que requerirá unos meses, con un ritmo acelerado de viajes y encuentros, tanto comunitarios como personales.
Nos reunimos con los miembros de las comunidades de Roma (S. María en Monterone, S. Gioacchino, residencia de S. Giovanni Neumann en Montespaccato), Frosinone-Scifelli, San Sperate (CA). La oración de la Hora Tercera en la capilla doméstica de la casa abrió la Visita, que es a la vez fraterna y canónica.
El encuentro tuvo lugar en uno de los salones parroquiales, en el que el superior provincial se dirigió a los presentes con lo que podemos considerar su discurso programático.
A partir de la lectura y comentario del pasaje de los Hechos de los Apóstoles (15,1-35), p. Gennaro presentó en términos generales el trabajo que le espera al nuevo Consejo, “que estará enteramente dedicado a la animación de las comunidades”. Los acontecimientos que marcaron la primera asamblea de la Iglesia fueron examinados y propuestos a los hermanos presentes como modelo de investigación comunitaria sobre la voluntad de Dios, subrayando los criterios que guiaron a la primera comunidad cristiana en su complejo discernimiento.
El superior provincial trazó los primeros pasos del itinerario de discernimiento y reorganización que afectará a la nueva Provincia.
El discernimiento comunitario, al que está llamada la nueva Unidad, debe necesariamente evaluar atentamente las tradiciones individuales de nuestro pasado, “conservando lo que todavía hoy es bueno y válido” y dejando lo que ya no es útil al momento histórico que vivimos y a la misión.
En su detallado discurso el P. Gennaro subrayó que “todo discernimiento se realiza en comunidad”, involucrando a todos activamente. La nueva realidad que acabamos de establecer, después de un largo proceso de preparación, nos pide volver a los valores fundamentales de nuestra vida consagrada redentorista.
Otro tema sobre el que llamó la atención de los cohermanos es la importancia de la vida espiritual, alimentada por la oración comunitaria, “fuerza para vivir el apostolado”.
La última reflexión contextualizó el camino recién trazado en el tiempo litúrgico de la Cuaresma: «Esta nueva experiencia nos exige sumergirnos en el misterio pascual de muerte y resurrección», y afrontar con espíritu de fe las tensiones, los cambios y las urgencias que se presentan ante nosotros. La reunión concluyó con algunas comunicaciones. Entre ellas, adquiere sustancial importancia la próxima constitución y convocatoria del primer Capítulo Provincial, en el que se examinará y aprobará el primer borrador de los Estatutos Provinciales, con miras a su redacción y aprobación definitiva.
La celebración eucarística, cuidadosamente preparada por nuestros diáconos y estudiantes profesos, y presidida por el P. Sorrentino, fue el momento central de la visita. Antes de despedir a la asamblea, el celebrante agradeció a los presentes y pidió a todos su apoyo en la oración. Por la tarde tuvieron lugar encuentros con cada comunidad, escuchando y conociendo más detalladamente las realidades locales individuales, evaluando dificultades, soluciones y perspectivas pastorales.
Los hermanos también tuvieron la oportunidad de dialogar con el superior provincial en encuentros personales.
La Comunidad de San Gioacchino, como de costumbre, nos brindó una atenta bienvenida que fomentó el espíritu de hermandad y de compartir. Con nuestras oraciones acompañamos al P. Sorrentino y los consejeros que lo apoyarán durante la continuación de la visita, pidiendo la intercesión de la Madre del Perpetuo Socorro y de San Alfonso.
P. Vincenzo La Mendola C.Ss.R.