“Al recordar el pasado, pudimos descubrir la mano de Dios que, con la fuerza del Espíritu, siempre acompañó y guió a esta iglesia particular, a los Redentoristas y a ustedes, queridos ciudadanos de Scifelli” – declaró el p. Francois Stanula CSsR, vicario general, al inicio de la celebración eucarística que tuvo lugar el pasado domingo 28 de abril en la iglesia parroquial de Scifelli.
La ceremonia de clausura del 250 aniversario de la fundación de los Redentoristas en Scifelli comenzó con una procesión encabezada por el párroco, p. Habib Badran CSsR. La estatua de San Alfonso de Liguori, fundador de la Congregación del Santísimo Redentor, fue llevada solemnemente por las calles de la ciudad. En la plaza frente a la iglesia de María Santísima Virgen del Buen Consejo, la procesión finalizó con oraciones y algún que otro saludo del párroco.
A continuación, p. François Stanula, vicario general, presidió la misa y pronunció la homilía. Dijo que la celebración del Jubileo es una oportunidad para recordar la historia escrita por los Redentoristas y el pueblo de esta hermosa región. Es una riqueza que debe permanecer abierta a la novedad del Evangelio, a las sugerencias del Espíritu Santo. Dirigiéndose a los numerosos hermanos y feligreses de la iglesia, dijo: “¡Debemos acoger la memoria del pasado con gratitud y reconocimiento, pero mirar al futuro con esperanza y confianza! Ahora nos toca a nosotros llevar adelante el legado de la fe a nuestros contemporáneos”.
Entre los concelebrantes se encontraba el P. Nicolas Ayouba CSsR, consejero general, p. Gianni Congiu, superior de la comunidad de San Alfonso en Roma, p. Antonio Cirulli, ex provincial romano, y los padres de la comunidad redentorista de Frosinone. También estuvo presente el alcalde del municipio de Veroli, Sr. Simone Cretaro.
Después de la celebración, toda la comunidad se reunió en el salón parroquial, donde concluyeron con alegría las celebraciones de clausura del jubileo de los 250 años de la presencia de los Redentoristas en Scifelli.
La fundación redentorista en Scifelli comenzó en 1773, cuando el acta de donación de la pequeña casa y la iglesia a los misioneros fue firmada por Jean Louis Arnaud, un sacerdote francés. Así, en Scifelli la familia Redentorista pudo iniciar su misión en esta región de Italia. Muchos hermanos estaban comprometidos en la predicación y la misión, tratando de hacer conocer a Jesús, para llevar a muchos a amarlo cada vez más. En la historia, el colegio Scifelli fue también la casa de la educación.
La casa redentorista de Scifelli es un signo del dinamismo misionero de los Redentoristas. En la primera fase de la historia de la Congregación las casas fueron fundadas en el Reino de Nápoles. Sin embargo, San Alfonso estaba convencido de que era necesario ir más allá. Lo expresa en su correspondencia: «si la Congregación no se establece fuera del Reino, nunca será Congregación» (de la carta escrita el 30 de mayo de 1776). Y cuando supo de la fundación de Scifelli – distrito de Roma, delegación de Frosinone, diócesis de Veroli – se llenó de alegría. “Alfonso miró hacia el Norte, hacia otros países, hacia los Alpes. Por el momento la Congregación volvía a tener, en caso de alarma, un primer refugio fuera del Reino. Era una cueva de Belén para la pequeñez y la pobreza; ¿Pero no nació Cristo así?” (Théodule Rey-Mermet, El santo del Siglo de las Luces, página 770).
Una placa encastrada en el muro del monasterio informa que “en esta casa fundada por el s. Alfonso M. de Ligorio en 1773 del 15 de octubre al 13 de noviembre de 1785 se celebró el III Capítulo General de la Congregación del Santo Redentor. De sus decretos se inspiró y guió. Clemente María Hofbauer, distinguido propagador del instituto redentorista”.
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