Hacia una Iglesia sinodal misionera

0
111

Card. Joseph Tobin C.Ss.R. y el Prof. Vimal Tirimanna C.Ss.R., participantes en el último Sínodo de los Obispos, comparten sus experiencias durante la “Mesa Redonda” dirigida por el Prof. Mario Boies, C.Ss.R.

El lunes 28 de octubre tuvo lugar en el Aula Magna de la Academia Alfonsiana la mesa redonda “Hacia una Iglesia sinodal misionera”. Moderado por el prof. Mario Boies, C.Ss.R., intervinieron dos misioneros redentoristas que participaron en la última sesión del “Sínodo sobre la sinodalidad”: Su Eminencia Reverendo Card. Joseph William Tobin, C.Ss.R., Arzobispo de Newark (Estados Unidos de América) y el Rev. P. Vimal Tirimanna, C.Ss.R., profesor invitado de la Academia Alfonsiana.

“Nuestra mesa redonda se desarrollará de forma dialógica”, declaró programáticamente el profesor. Boies, “en el sentido de que abordaremos tres temas específicos en relación con la segunda sesión del Sínodo: el intercambio de la experiencia sinodal, el desarrollo de una cultura sinodal, las implicaciones ético-pastorales de la Iglesia sinodal misionera”.

[El vídeo en streaming de todo el encuentro está visible en el canal de YouTube de la Academia Alfonsiana]


Compartiendo la experiencia sinodal

El moderador invitó a los dos ponentes a compartir su experiencia del Sínodo a partir de tres actitudes indicadas por el Papa Francisco: escucha, acogida y humildad.

“Fue una experiencia cualitativamente diferente a las anteriores”, subrayó el cardenal Tobin, que ha participado en varios Sínodos desde 1998. En términos de representatividad (dada la participación con derecho a voto de fieles no obispos y delegados ecuménicos), de diálogo (desde las gradas de la nueva Sala del Sínodo hasta las mesas redondas del Aula Pablo VI) y de voluntad de dejarse ser ” guiados por la brisa del Espíritu” (Papa Francisco).

“Fue un ejercicio de concentración”, explicó el prof. Tirimanna, “un esfuerzo común para resaltar las particularidades de la sinodalidad, reservando los temas controvertidos para los diez grupos de estudio sinodales creados ad hoc”. Esto ciertamente hizo más armonioso el clima sinodal”.

Desarrollar la “cultura sinodal”

Las dos formas de favorecer el desarrollo de la “cultura sinodal”, según el prof. Tirimanna, son el “método del consenso” y el “discernimiento hecho en serio”: “Hay una diferencia entre llegar a un compromiso y llegar a un consenso: los dos tenemos opiniones diferentes sobre un tema, pero yo te escucho y tú me escuchas”, y al final podemos ver que hay un rastro de verdad, de razón, en lo que dices y viceversa. A partir de esto podemos llegar a cierto consenso. En una palabra, hace falta un discernimiento serio”.

En cambio, para el cardenal Tobin la Iglesia, como Lumen Gentium, está llamada a promover una “cultura del encuentro” conforme a las tres actividades esenciales de Cristo – encuentro, curación, llamada a una nueva vida – respetando su orden: “Quizás en el pasado Hemos anulado la orden, exigiendo un cambio de vida antes del encuentro y antes de la curación”.

Implicaciones ético-pastorales de la Iglesia sinodal misionera

Finalmente, el moderador invitó a los dos ponentes a indicar qué actitudes pastorales y éticas es necesario desarrollar para promover una Iglesia sinodal misionera.

En este sentido, el cardenal Tobin sugirió la actitud pastoral de la escucha: “Es necesario potenciar el elemento diagnóstico de la escucha para hacer una teología moral que parta de la realidad vivida por la persona y que pueda ayudar verdaderamente al pueblo de Dios”. Cita a San Alfonso sobre la preparación de una misión popular: “Un misionero que llega con todos los sermones ya preparados es como un médico que llega al que sufre con todas las recetas ya preparadas”.

Por su parte, el Prof. Tirimanna, indicó la actitud de audacia, repitiendo la invitación del Papa Francisco a no tener miedo de “ensuciarse las manos”, incluso en la reflexión teológica moral, sin considerar ningún tema “prohibido”, pero esforzándose por responder al desafío evangélico de la inclusión, del escuchar, acompañar e incluir “todos, todos, todos”.

Diálogo con los participantes

Una vez “agotados los tres temas preparados por el moderador”, se inició el diálogo con el público participante. Desde la sala del Aula Magna surgieron varios puntos de reflexión: la necesidad de una hermenéutica de la escucha, el desafío de la evangelización digital, la urgencia de la renovación moral, la sinodalidad como profecía social.

La Mesa Redonda concluyó con una provocación lanzada por un estudiante: “¿El Sínodo sobre la sinodalidad es un Concilio disfrazado?”. La respuesta inmediata del profesor Tirimanna: “El Sínodo es ciertamente una experiencia de despertar conciliar, de ‘resurrección’ de las partes ‘dormidas’ del Concilio”.

Ahora nos toca a todos “mantener despierto al Vaticano II”.

Don Luigi Dongiglio