Del Blog de la Academia Alfonsiana
En la práctica médica actual, las neurotecnologías son indispensables en la rehabilitación de pacientes con accidente cerebrovascular, en el tratamiento de sujetos afectados por la enfermedad de Parkinson o Alzheimer o trastornos del estado de ánimo (como la depresión resistente a los medicamentos), y hacen posible nuevamente la comunicación para pacientes afectados por ELA y el movimiento para sujetos con discapacidades motoras. En particular, las interfaces cerebro-computadora (BCI – Brain Computer Interface) son capaces de conectar directamente el cerebro humano con las máquinas, permitiendo la recuperación de muchas funciones.
Las neurotecnologías están teniendo un impacto cada vez más fuerte en nuestras sociedades, en los campos de la medicina y de las comunicaciones, gracias a la posibilidad de mejorar las capacidades cognitivas; La investigación en estos frentes se está expandiendo rápidamente y no se limita únicamente a la esfera académica. Se trata de sistemas electrónicos, ópticos, magnéticos y otros que interactúan directamente con el sistema nervioso central para medir su actividad (como con el EEG o el fMRI) o modificarlo: la optogenética, por ejemplo, permite activar o desactivar neuronas específicas mediante pulsos de luz y parece prometer la cura de enfermedades complejas; La sonogenética es capaz de modular la activación de áreas específicas del cerebro con extrema precisión utilizando ondas sonoras. Todas estas tecnologías pueden utilizarse para tratar a sujetos con morbilidades graves, pero también para influir en el funcionamiento del cerebro y, por tanto, en las elecciones y la voluntad de los sujetos individuales. Esto está planteando importantes cuestiones éticas en todo el mundo. ..//
El informe de la UNESCO de 2023 sobre neurotecnología advierte: “Los avances en neurotecnología tienen profundas implicaciones para la identidad humana, la autonomía, la privacidad, el comportamiento y el bienestar: la esencia misma de lo que significa ser humano”. Se garantizará el respeto al individuo, a su libertad cognitiva y a su identidad personal y psicológica; Hablamos de continuidad psicológica, es decir, del derecho a mantener la coherencia mental y la autopercepción, así como la forma en que una persona piensa o se percibe a sí misma a lo largo del tiempo. Se trata también de garantizar la integridad mental en la experimentación científica, es decir, salvaguardar el funcionamiento natural del cerebro, sin intrusiones externas no autorizadas.
Dott. Giovanni Greco O.F.M.
Se puede leer el artículo completo en el original italiano en el sitio web de la Academia Alfonsiana.