En preparación para la Mitad del Cuadrienio, los Superiores y el Consejo Extraordinario se reunieron del 20 al 24 de marzo de 2025 en Coron, Palawan. Abordaron asuntos relevantes para la misión, la formación y la administración de la Viceprovincia de Manila.
Previo a la reunión, el Consejo y los Superiores reflexionaron sobre la Communicanda 2: El Servicio de Liderazgo al Estilo de Jesucristo. Cada uno de ellos destacó un rol fundamental en la comunidad, reafirmando el rol de la oficina como pastor, animador y administrador. Estos personajes magnificaron la autoridad de Cristo, recordándoles que deben acompañar a los miembros de la comunidad en su camino.
Además, el liderazgo no se trata de reuniones, papeleo ni discusiones, sino de apoyo y compromiso con la misión. Tras la reunión, los Superiores y el Consejo Extraordinario zarparon hacia la isla de Culion, Palawan, para participar en la Culminación de la Misión en la Estación Misionera de Canimango.
Bajo la jurisdicción episcopal del Obispo Broderick Pabillo (Vicariato Apostólico de Taytay), la Comunidad Misionera Redentorista de Lipa se estableció durante un año en la Estación Misionera de Canimango. La zona está bajo la tutela del Patrono titular de los Esponsales de María y José, con 14 comunidades. El Equipo de Misión, compuesto por el P. José Dela Cruz, C.Ss.R., la Hna. Shirley Mabunga, MPS, la Hna. Lourdes Martho, MPS y Loloy Colasi, y varios colaboradores laicos, llevaron a cabo diversas actividades de formación, organización comunitaria, misión iconográfica y predicación misionera. Con la participación activa del sacerdote a cargo, el P. Agapito Lagrada, en efecto, la misión de remar por los mares de Culión, “pescando hombres” que conduce a la conversación y al reavivamiento de la fe.
Durante la Misa de Culminación, el P. Raymond Urriza, C.Ss.R., recordó a los feligreses: «Cristo está vivo, continúen la misión» (Buhay ang Diyos. Tuloy ang Misyon), y que experimenten el amor redentor y la esperanza de Cristo a lo largo de la misión. De hecho, la presencia y participación de los Superiores y del Consejo Extraordinario significa que el liderazgo es para la misión. Su liderazgo debe servir a la misión de la Congregación en lugar de buscar comodidad en el cargo. Por lo tanto, ejercer su liderazgo implica participar en la kénosis del Padre, que envía a su Hijo al mundo y se pone al servicio del pueblo.
P. Allan Edward O. Pandaan, C.Ss.R.
Secretario de la Viceprovincia de Manila