El Maratón de Roma 2025, que llega a su trigésima edición, se celebró el domingo 16 de marzo con gran éxito, atrayendo a más de 50.000 personas entre participantes y espectadores. La carrera, incluida en las pruebas del Jubileo 2025, contó con la participación de 28.000 corredores de maratón, convirtiéndose en el maratón italiano más participado de la historia. El recorrido, que pasó por algunos de los lugares más emblemáticos de la capital, partió del Coliseo y llegó a la meta en el Circo Máximo, ofreciendo a los corredores una vista única de los monumentos históricos de la ciudad.
Entre los participantes del Maratón de Roma de este año se encuentra el padre Paulo Morais, redentorista brasileño de la Provincia de Aparecida, quien corrió toda la distancia y comparte sus impresiones con los lectores de Scala News.

P. Paulo, ¿cómo te presentarías en pocas palabras?
Mi nombre es Paulo Roberto de Morais Júnior, tengo 37 años, soy misionero redentorista de Brasil y estudiante de Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana. Desde pequeño siempre tuve una gran pasión por el deporte, que me acompaña todavía hoy.
El domingo pasado participaste en el maratón. ¿Cómo fue la carrera?
¡El Maratón de Roma fue una experiencia increíble! Correr por las calles de esta ciudad histórica, rodeado de tantos otros corredores y del entusiasmo de la multitud, fue algo único. El desafiante recorrido requirió mucha preparación y resistencia, pero cada kilómetro recorrido trajo consigo una gran sensación de logro. Más que la última vez, la alegría de cruzar la meta después de tantos meses de entrenamiento y dedicación fue para mí una sensación indescriptible.
¿Por qué decidiste correr el Maratón de Roma?
Siempre quise correr un maratón completo y hacerlo en Roma hizo que la experiencia fuera aún más especial. Viví en la ciudad unos meses por mis estudios y correr por sus calles históricas fue una forma única de experimentar la conexión con el lugar. Además, el Maratón de Roma es una carrera desafiante y significativa, tanto por el recorrido como por la atmósfera. También quería desafiarme a mí mismo, superar mis límites y vivir esta experiencia inolvidable en un contexto tan rico en cultura, historia y belleza en cada rincón.
¿Es esta tu primera vez corriendo una distancia tan larga?
Sí, fue mi primer maratón completo. En Brasil ya había participado en algunas medias maratones y carreras menores, como la de 5 km y la de 10 km. También siempre he disfrutado de los desafíos físicos y he realizado largas caminatas y caminatas. Sin embargo, los 42 kilómetros del maratón representaron un desafío completamente nuevo, exigiendo una mayor preparación física y mental.
¿Cómo te preparaste para el maratón?
Prepararse para el Maratón de Roma fue un proceso largo y desafiante. Comencé con entrenamientos regulares de carrera, aumentando gradualmente la distancia para acostumbrarme al esfuerzo prolongado. También hice entrenamiento de fuerza para mejorar mi resistencia muscular y prevenir lesiones. También presté atención a la nutrición y al descanso, que son esenciales para garantizar el rendimiento en la carrera. Tuve la ayuda de un profesional de educación física, quien me dio consejos sobre entrenamiento, técnica y recuperación. Cada semana mi cuerpo se adaptaba mejor a los retos y mi motivación crecía a medida que me acercaba al maratón.
¿De dónde viene tu pasión por el deporte? ¿Practicas algún otro deporte además de correr?
Mi pasión por el deporte se remonta a mucho tiempo atrás, a la infancia. En esa época practicaba fútbol, natación y karate, lo que me ayudó a desarrollar disciplina, técnica y control mental. Con el tiempo me enamoré de correr porque me da una sensación de libertad y superación personal. Además de correr, también disfruto del senderismo y las actividades al aire libre, que me permiten conectar con la naturaleza y desafiar mis límites de otras maneras.
¿Cómo se compagina el deporte con tus otras responsabilidades, con tu vocación redentorista?
Los deportes son una parte importante de mi vida. Correr y otras actividades físicas me ayudan a mantener la salud y la energía, permitiéndome estar más concentrado y presente en mis responsabilidades. Este equilibrio también es esencial en este período de estudio, ya que la intensa rutina de investigaciones y lecciones exige concentración y disciplina. El deporte me ofrece un respiro, un espacio de descanso mental y físico, permitiéndome volver a mis estudios con nuevas fuerzas. El deporte también es una oportunidad de reflexión y de oración: muchos de mis entrenamientos son momentos de silencio e introspección. Veo el deporte como una forma de cuidarme para poder servir mejor a los demás.
¿Sus pensamientos finales?
Correr un maratón es más que un desafío físico: es una metáfora de la vida, que refleja la importancia de la disciplina, el sacrificio y la determinación. Como enfatizó el Papa Pablo VI: «¡El deporte es un camino de ascetismo! ¡Como antídoto contra la laxitud, la indolencia y el abandono! ¡Ningún maestro puede ser más exigente que el deporte! ¡Cuánta disciplina, espíritu de sacrificio, autocontrol, valentía y determinación requiere!».
¡Gracias y felicitaciones nuevamente!
Scala News