Buscando la intercesión de nuestra Madre María durante la pandemia

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Estamos invitados a buscar la intercesión de nuestra Santísima Madre porque ella es “Nuestra Señora de la Buena Salud”

Históricamente, la crisis ha acelerado el cambio y COVID-19 no es una excepción. Este pequeño virus humilló a la humanidad y bloqueó casi todo por un tiempo. El mundo tal como lo conocimos ha cambiado. La vida nunca será igual otra vez. A medida que aumenta el número de casos de COVID-19 todos los días, las personas se ven atrapadas por el miedo y la incertidumbre, preguntándose cómo será la “nueva normalidad”.

En momentos como estos, en particular los relacionados con nuestra salud, estamos invitados a recurrir a Dios con fe y esperanza y de una manera particular de buscar la intercesión de nuestra Santísima Madre para una cura milagrosa o incluso una simple restauración de nuestra salud, ella es “Nuestra Señora de la Buena Salud”.

Estamos en el período de Pascua y para nuestro Ángelus recitamos “El Regina Caeli“. Según la leyenda, esta oración se remonta al siglo VI con el Papa Gregorio Magno. Una grave plaga devastó la ciudad de Roma, incluso afectando la vida del papa Pelagio II. Fue un momento difícil para la gente de la ciudad y cuando el Papa Gregorio I (más tarde conocido como Papa San Gregorio Magno) fue elegido jefe de la Iglesia, inmediatamente comenzó a invocar la misericordia de Dios.

Padre Joe Royan, C.Ss.R.
(Extracto de LIVING WATER, mayo de 2020, número n. 2)

Recordamos la oración a Nuestra Señora de la Salud de los Enfermos, ofrecida por el Papa Francisco, para implorar su protección durante la pandemia de Covid-19.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO

Oh, María,
Tú resplandeces siempre en nuestro camino
como signo de salvación y esperanza.
Nosotros nos encomendamos a Ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe.
Tú… sabes lo que necesitamos
y estamos seguros de que proveerás
para que, como en Caná de Galilea,
pueda regresar la alegría y la fiesta
después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor,
a conformarnos a la voluntad del Padre
y a hacer lo que nos dirá Jesús,
que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos, a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección. Amén.

Bajo tu protección, buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies las súplicas de los que estamos en la prueba y líbranos de todo peligro, ¡oh, Virgen gloriosa y bendita!