Nicaragua vive momentos de fuerte tensión. La iglesia está controlada y perseguida. Según las últimas noticias de las agencias internacionales, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, dijo que el Gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua está acentuando todavía más la represión de la sociedad civil, que empezó con fuerza en 2018, y que últimamente hasta los sacerdotes católicos son víctimas de persecución.
El padre Carlos Avilés, vicario general de la archidiócesis de Managua, ha comentado a la prensa internacional: “La situación actual de Nicaragua es una situación inédita. Nunca habíamos visto tal abuso de poder. Se violan impunemente los derechos de cualquier persona. De todos. Hay una total inconstitucionalidad y una falta absoluta de institucionalidad. Nos castigan para que nos quedemos callados y no sigamos caminando con el pueblo, pero no decir lo que está pasando nos convertiría en cómplices. Quieren una Iglesia muda, pero no hablar sería pecado.”
Sin embargo, el pueblo con mucha fe prepara la fiesta del Perpetuo Socorro. Así lo detalla el padre Darwin Espinal, C.Ss.R. quien trabaja en la parroquia del Santísimo Redentor en Managua.
La historia nos muestra, que el pueblo de Nicaragua, desde la época de la colonia española, profesa un gran amor a la Madre del Redentor. Este gran amor a la Virgen María, se ha manifestado a los largo de los siglos, por medio de romerías, peregrinaciones a los santuarios, cortejos procesionales, rezos del santo rosario en familia y comunidad parroquial, novenarios, congresos marianos, entre otros.
Todavía existe la tradición de entronizar en los hogares, la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y de colocar en las puertas de entrada, un rótulo, que dice: “En este hogar somos católicos, amamos y veneramos a la Santísima Virgen María”. La Madre del Redentor, es venerada bajo diferentes advocaciones, una de las más fuertes es la de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
El pueblo de Nicaragua, celebra la solemnidad de la Madre del Perpetuo Socorro, el 27 de junio, pero se prepara con el rezo del novenario y con la predicación catequética, que enseña el ícono de amor de la Madre.
En Nicaragua, el ícono de la Virgen, ha precedido a los misioneros redentoristas, de acuerdo con el libro Santa María del Perpetuo Socorro, Madre de Misericordia (2015), del cohermano Bosco Rodríguez Alvarado, nicaragüense, existe un óleo sobre lienzo, que data del año mil novecientos catorce y que está entronizado en la parroquia del Calvario, en el departamento de Chinandega, año en que todavía los hijos de San Alfonso, no habían llegado a estas tierras de lagos y volcanes.
En Nicaragua, el amor a esta advocación es tanta, que muchos padres de familia, han designado el nombre de Socorro a sus hijas, también existen muchas capillas y parroquias, que tienen como titular a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y en la diócesis de Jinotega, es copatrona. En muchísimas parroquias del país, se encuentra expuesta, para la veneración pública, una imagen de la Virgen y el día dedicado a ella, se celebre y con solemnidad. También es visible en muchos barrios, los rezos familiares en honor a esta Señora de advocación quasi universal.
En nuestra parroquia del Santísimo Redentor en Managua, capital de Nicaragua, tenemos la dicha de poseer una réplica del ícono original de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el cual fue solicitado al Padre Rector del Santuario en Roma, en el contexto del año jubilar (2015-2016), con motivo de la celebración del ciento cincuenta aniversario de la restauración del culto público de la Madre del Perpetuo Socorro, el cual fue bendecido y entronizado por el arzobispo metropolitano de Managua, el señor Cardenal Leopoldo Brenes, el 27 de junio del año 2016. Son muchos los fieles, que visitan esta parroquia, para venerar el ícono de la Señora del Perpetuo Socorro.
Esta parroquia, pese a las limitaciones económicas, que actualmente pasa el país, este pueblo mariano se está preparando, para la celebración de la Solemnidad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y el propio día, inicia con el canto de las mañanitas, rezo de Las Laudes y el ícono pasa en veneración pública, hasta la celebración litúrgica, la que es preparada por todos los carismas pastorales parroquiales.
Sin duda alguna, la advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, está en el corazón del pueblo nicaragüense y por eso gritamos: Nicaragua de María, María de Nicaragua!
Padre Darwin Espinal, C.Ss.R. – Scala News