Encuentro del Padre General con los tres Noviciados de la Conferencia de América Latina y el Caribe

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“No se dejen invadir por el pesimismo, indiferencia, desanimo y la mediocridad sino, llénense de alegría, entusiasmo, esperanza, con el corazón abierto a la Palabra de Dios”

El día 5 de noviembre del presente año el Superior General se reunió con los novicios de América Latina y el Caribe. El encuentro inició con una oración organizada por las tres casas de noviciado (Bella Vista-Argentina, Tietê-São Paulo y Piedecuesta-Colombia) seguido de la presentación de cada uno de los novicios y los equipos formativos. A continuación, el padre Rogério ha dirigido unas palabras a los novicios invitando a no perder el foco en los últimos días de noviciado que queda, pues se corre el riesgo de pensar en el retorno y el ansia por encontrarse con familiares, amigos, y preparar la profesión religiosa. Ante esto invitó a preguntarse: ¿Qué quiere Dios de mi en este momento de mi vida? Y desde ahí ser libres, vaciándose de si mismo para seguir al Señor, en palabras alfonsianas: el distacco.

Hizo referencia a la profesión religiosa como una subida a Jerusalén con Jesús para ofrecerse al Padre en favor de los mas necesitados y advirtió: La profesión religiosa no es un estatus. Ni puerta de entrada a una institución que ofrece una vida cómoda, privilegios, sino ponerse al servicio de los destinatarios de nuestra misión, es una llamada a una nueva disponibilidad”. Por eso es importante el desinstalarse, puesto que la consagración se opone a tres realidades que el mundo ofrece: poseer, poder y placer. Ante el poseer se vive el voto de pobreza, ante el poder el voto de obediencia y ante el placer el voto de castidad. Sin embargo, esto “se vive cultivando una mística interior que ayude a dar sentido a esto que se asume, que se quiere vivir” que convierta al consagrado en una persona alegre, con una alegría que se arraiga en el corazón.

Una de las realidades que ayuda también es la vida comunitaria que se fomenta desde el aceptar, comprender y amar al otro, al que vive a nuestro lado, un cohermano. De ahí, nace la alegría de la vida consagrada también, del encuentro, el decirle al otro, tu eres importante para mí. Debemos entonces aprender a escuchar la historia vocacional, de salvación del otro que vive conmigo puesto que Dios va obrando y si para él no somos números sino personas, debemos nosotros también tratar al otro como hermano. De esa manera también se convierte cada consagrado en puente de dialogo con el mundo, se mira a la sociedad como obra de Dios. Por eso, es importante entonces, plantar jardines de fraternidad.

El padre Rogério continuó su reflexión haciendo referencia al tiempo que se aproxima, es decir, el juniorado, en la que invitó a intensificar la experiencia de Dios, puesto que la teología es el momento de deconstruir los mitos de nuestra fe y descubrir la presencia de Dios a lo largo de la historia. En el tiempo de estudios teológicos “no se deben olvidar las tinajas que se han llenado en el noviciado sino más bien ha de ayudar a que se convierta en vino nuevo” que ayude y aporte a la sociedad de hoy. Y se refirió nuevamente a la vida comunitaria para que se fomente de manera afectiva, de escucha del otro. Es importante “formarse bien, escuchar a la gente porque no estudiar y preparar la pastoral es un pecado contra la pobreza”.

El padre General nos ha invitado también a ser promotores de la vocación, trasmitir a los jóvenes con vocación, aspirantes, postulantes que vienen detrás, la alegría de ser redentoristas: “no se dejen invadir por el pesimismo, indiferencia, desánimo y la mediocridad sino, llénense de alegría, entusiasmo, esperanza, con el corazón abierto a la Palabra de Dios”. Es bueno hacer de la “rutina diaria” una pequeña pascua. Somos desafiados entonces a vivir una consagración plena y, aunque con limitaciones, poder decirle al mundo de hoy que es posible vivir de otra manera. Somos misioneros de la esperanza tras las huellas del Redentor.

Después de haber dirigido estas palabras confortadoras y animadoras se hizo una ronda de preguntas referentes al rol del hermano religioso hoy, de la promoción vocacional, de la formación de los que entran con cierta edad avanzada, de como actualizar hoy ese espíritu de san Clemente para salir de nuestra “Roma”, también se consultó sobre cuáles son los desafíos para los jóvenes que quieren entrar a la Congregación en esta etapa de reconfiguración. La reunión concluyó con un canto y oración organizado por un equipo de las tres casas del noviciado, como en el inicio. Fue un encuentro muy bonito y me parece un detalle importante del padre Rogério el tomar la iniciativa de reunirse y mostrar su cercanía para con los novicios.

Novicio Ervin Danny Calero Álvarez