Los Redentoristas que ejercen su ministerio en Lituania organizaron, junto con las comunidades laicas de la archidiócesis, el retiro para hombres y sacerdotes con Andrew Comiskey, misionero laico de Estados Unidos.
Los días 22 y 23 de septiembre Kaunas se convirtió en un lugar donde se animaba el corazón de los hombres. En nuestros días, cuando hay tanta confusión acerca de lo que significa ser un hombre, los hombres han escuchado lo que el evangelio tiene que decir al respecto.
El viernes, quince sacerdotes se reunieron en el arzobispado de Kaunas para meditar sobre la esencia de la paternidad espiritual. Andrew Comiskey, uno de los fundadores de Desert Stream Ministries, nos desafió a permitir que otros hermanos, tanto clérigos como laicos, los conocieran. No sólo para abrir las puertas de nuestro corazón a aquellos a quienes servimos, sino también hacia el interior, para que el pueblo de Dios pueda servirnos a nosotros también. Muchas ideas han sido un verdadero estímulo para los sacerdotes.
Al final de la sesión, Andrew respondió muchas preguntas. En un testimonio muy conmovedor, Andrew habló sobre su relación con su párroco y otros sacerdotes y laicos. También tuvimos el honor de disfrutar de la breve visita del Arzobispo Kestutis y del Obispo Saulius.
El sábado tuvo lugar la reunión general de hombres, que comenzó con una misa en la iglesia del seminario de la Santísima Trinidad. En su homilía, el P. Rastislav Dluhy C.Ss.R habló del drama que siempre ocurre cuando se planta la semilla, la Palabra de Dios: ¿cae sobre una roca, entre espinos o sobre tierra fértil: un corazón bueno y generoso?
El día de retiro comenzó con oración y un momento de alabanza y adoración. El ministerio de adoración incluyó a hombres del Árbol de la Vida, la Fuente de la Misericordia y el grupo de adoración “De Ninguna Parte”.
En la jornada participaron 110 hombres de toda Lituania, así como de Polonia, Dinamarca, Estonia, Eslovaquia, India y Mauricio.
Como misionero, Andrew Comiskey ha estado en Lituania varias veces. Sin embargo, esta fue la primera vez que ministró sólo a hombres.
En sus discursos y testimonios tocó la verdadera identidad de todo hombre llamado a ser “león”. Habló de todas las heridas que los hombres llevan en sus corazones y de cómo a menudo es más fácil ver los pecados, las adiciones y los estilos de vida a los que los han llevado que ver las heridas mismas.
Hubo momentos poderosos de oración intercesora donde los hombres pudieron abrir sus corazones para una sanación más profunda.
El día del retiro produjo una visión de virilidad renovada y una experiencia de los frutos de la redención que muchas veces supera nuestros sueños y expectativas.
P. Rastislav Dluhy C.Ss.R
