Escuelas redentoristas: un siglo y ocho años después nos mueve la visión del 1916

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En junio de 2024, tras el estímulo del III Encuentro Internacional de Escuelas y Colegios Redentoristas en Passo Fundo – Brasil, el Colegio Católico Notre Dame estableció que el objetivo no académico del curso 2024-25 sería ponderar cómo aumentar el carisma redentorista en nuestro quehacer. A estos fines, los esfuerzos del Colegio están divididos en dos vertientes. Una de estas es interna, las políticas que potencian en la comunidad escolar el carisma, y la otra está dirigida a los que no son parte de la comunidad escolar. Esta reseña, solo considera la situación actual de los
esfuerzos externos. La evaluación de la situación de los esfuerzos internos se revaluará a partir del 1er. trimestre del curso 2024-25.

Dado a que se integran maestros y estudiantes nuevos que no están familiarizados con el pasado que nos ha conducido hasta hoy, es pertinente informar algo de nuestra historia en este análisis de la situación actual de los esfuerzos externos.

La visión de San Juan Neumann de que una educación fundamentada en la fe católica matizada por el carisma de San Alfonso y de que el solarizarse con los más pobres y abandonados era necesario para proteger la fe de sus feligreses, le llevó a fundar escuelas en su diócesis. El éxito pastoral que tuvieron las escuelas de Neumann en Pensilvania pronto se duplicó en otros estados.

La situación que encontraron los misioneros redentoristas al llegar a Puerto Rico era paralela a la que el Obispo de Filadelfia vivió en su diócesis donde la fe católica de los emigrantes alemanes, italianos e irlandeses era impactada por una cultura protestante en las escuelas del estado. Este fue el ejemplo que movió a los redentoristas norteamericanos a fundar nuestro Colegio en el 1916.

En los albores del siglo XX, las iglesias protestantes de los EE UU dividieron a Puerto Rico en parcelas a las cuales enviaron sus pastores apoyándolos con vastos recursos económicos y respaldados por un gobierno anticatólico. Esto sucedió, casi simultáneamente, cuando la inmensa mayoría del clero de Puerto Rico había regresado a España debido al cambio de soberanía de España a EE UU en el 1898. Amparados en la visión de proteger la fe, ayudar la población y
facilitar la misión, los redentoristas fundaron escuelas. El tiempo les dio la razón.

Hoy el laicismo, la proliferación de iglesias protestantes, de escuelas anticatólicas o indiferentes a la Iglesia más los valores antievangélicos que permean los medios sociales locales y mundiales hacen necesario defender ahora la fe de todos, igual o más que en el 1916. Una educación fundamentada en la fe católica matizada por el carisma de San Alfonso es una respuesta al reto de estos tiempos.

La devastación del huracán a principios del curso 2017/18 y el impacto de la pandemia, que oficialmente terminó en mayo del 2023, afectaron los tres programas del Colegio, Escuela al Trabajo, Servicio y Apostolado y el Campamento San Alfonso, para servir a los desfavorecidos y marginados fuera de nuestra comunidad escolar. Estos se diseñaron para ofrecer ayudas a desertores escolares, a niños de muy escasos recursos y a personas socialmente marginadas fuera del Colegio.

El primero de estos programas es el de Escuela al Trabajo. Este es parcialmente solventado por fondos gubernamentales. El mismo es gratuito y trabaja con jóvenes adolescentes dentro y fuera de la escuela que carecen de los recursos necesarios para alcanzar sus metas académicas y profesionales. Este programa ha estado sirviendo a la comunidad de Caguas y áreas limítrofes durante 29 años. La pandemia nos forzó a adoptar el medio virtual que nos permitió llegar a participantes de diferentes localidades y todavía se sigue utilizando. Gracias a este programa, ofrecemos servicios a jóvenes de los pueblos de Caguas, Gurabo, Guayama. Trujillo Alto se unirá para el próximo curso.

El programa ofrece tutorías y entrenamiento en habilidades de estudio, así como orientación vocacional y universitaria. Las tutorías ofrecen una variedad de cursos entre los que se encuentran el desarrollo de destrezas en español, inglés y matemáticas, recursos humanos, tecnología, desarrollo de carrera y habilidades para la vida. Los resultados de los 25 participantes en el curso 2023/24 fueron como de costumbre excelentes:
– El 100% de los estudiantes terminó el programa, para un 100% de retención.
– El 100% de los estudiantes de 12mo, grado fueron admitidos a la universidad.
– El 100% de los estudiantes de 12mo grado llenaron la beca FAFSA (Federal Assistance
For Student Aid).

El segundo programa es el de Servicio y Apostolado. El mismo complementa las clases de Estudios Religiosos. Muchos de los conceptos, valores y otros temas discutidos en las salas de clases se complementan con ver la pobreza y la soledad en el prójimo. Este programa requiere que los estudiantes del séptimo al duodécimo grado cumplan con horas de servicio a los pobres y/o apostolado a la Iglesia. El mismo afecta a estudiantes de 12 a 17 años requiriéndoles un número mínimo de horas por grado. Los requisitos anuales son: 10, 14, 18, 22, 26 y 30 horas para los grados 7mo., 8vo. 9no., 10mo., 11mo. y 12mo., respectivamente.

Las horas de apostolado se hacen en entidades católicas. La mayoría de las horas son las de servicio a personas de escasos recursos económicos y marginadas. Estas suelen hacerse en asilos de ancianos, hospitales, centros de deambulantes, orfanatorios y a personas que viven solas.

Recoger alimentos y ropa para llevarlos a los más necesitados, es otra de las actividades que propicia este programa. Dado que es un requisito, al principio es normal para algunos estudiantes la falta de entusiasmo. Muchos, una vez conocen y ven las vicisitudes ajenas, acumulan más horas de las requeridas. Este fue el caso de unos estudiantes que, tras el huracán del 2017, fueron a un campo remoto a llevar alimentos y se encontraron con un anciano sin comida en una casita devastada por el huracán. Tal fue el impacto de aquella realidad, que los motivó a organizarse,
reclutar a otros y recoger fondos durante meses que hicieron posible la reconstrucción de la casa.

Este programa es una especie de laboratorio que ayuda tanto a los beneficiarios como a los estudiantes que aprenden con la acción a servir y que descubren la alegría de hacer el bien. En el caso de los más jóvenes, se involucra indirectamente a los padres en la transportación y supervisión. La pandemia interrumpió este programa y no fue hasta el segundo semestre del pasado curso escolar que fue posible reactivarlo. En la mitad del curso 2023, los estudiantes completaron 16,0856 horas en el segundo semestre, de enero a mayo. Estas se desglosan por grado en: 963 del 7mo., 1,787 del 8vo., 1,969 del 9no., 2,558 del 10mo., 3,973 del 11mo. y 4,836 del 12mo.. En el curso 2024 -25, con dos
semestres estimamos aportarán alrededor de 40,000 horas, el equivalente de 1,667 días o a cuatro años y medio.

El tercer programa es el Campamento San Alfonso. Este es un programa de verano gratuito para niños menores de 12 años de edad que provienen de comunidades pobres, principalmente de residenciales públicos. El campamento tiene como objetivo sacar los niños del ocio, de las calles y del peligro durante el receso escolar de verano, ofreciéndoles almuerzos, acompañamiento e interesantes alternativas recreativas y educativas. El mismo ha servido a esta población por décadas y antes del huracán del 2017 y la pandemia, acogía en la escuela por un mes alrededor de un poco más de un centenar de niños. El verano del 2023, al normalizarse la infección de COVID19, este programa también se reactivó. Otrora, el programa era solventado principalmente por fondos municipales gubernamentales. El reciente campamento fue solventado por el Colegio.

Tenemos la fundada esperanza de que el próximo año sea subsidiado, al menos, parcialmente por
contribuciones de exalumnos. En el pasado verano, cuando se reactivó el campamento, tuvimos una matrícula de 65 niños entre las edades de 5 a 12 años. Durante el mes de junio, los niños disfrutaron de: deportes, bailes,
manualidades, clases de inglés, juegos recreativos, talleres, exhibición de las clases de Robótica, días de películas, entre otros. También disfrutaron de un recorrido por las facilidades del Centro Criollo de Ciencias y Tecnología, un día de juegos, Talent Show, día de juegos acuáticos-splash day y pizza party. Contamos con la decidida ayuda de estudiantes, padres, maestros voluntarios, auspiciadores, colaboradores externos y el personal del Verano Recreativo.
El futuro de los esfuerzos externos de solidaridad con los más necesitados aspira a:
– Aumentar la financiación de estos programas con medios externos
– Restaurar los números de la matrícula del Campamento San Alfonso a los de antes de
la pandemia y del huracán del 2017.
– Restaurar los números de la matrícula del programa Escuela al Trabajo a los de antes
de la pandemia y del huracán del 2017.
Ha quedado en el tintero de los sueños el proyecto de la Casa María del Perpetuo Socorro
para la distribución de ropa y alimentos no refrigerados. Este sueño es casi una realidad, ya que se
ha construido un edificio y se han conseguido equipos. El impacto de la pasada pandemia y del
huracán del 2017 ha hecho prudente esperar para iniciar sus servicios.
Concluimos con fotografías que dan una idea de la vida de los niños en verano en el
Campamento San Alfonso del Colegio Católico Notre Dame.

written by Sr. Jose Grillo (Headmaster of the Redemptorist College and Oblate)
This College is our work and its contribution to the mission of the Congregation in Central America and the Craibe is considerable.