Francia: La misión redentorista de Bischenberg

0
1166

El P. Rodolfo García CSsR, miembro de la Provincia Madre del Perpetuo Socorro (Centroamérica y Caribe) y estudiante de misionología en la Universidad Urbaniana de Roma, visitó durante sus vacaciones Bischenberg, donde los Redentoristas están presentes desde hace más de 200 años. Recordando selencuentro con sus cohermanos, comparte estas reflexiones sobre la relevancia de la misión redentorista.

Alguna vez escuche de los padres Redentoristas españoles que: “Los Redentoristas comienzan donde terminan los caminos”. Y a lo largo de mi caminar como misionero puedo decir que en muchos lugares este viejo adagio se cumple.

Durante este verano he tenido la oportunidad de convivir varias semanas con la comunidad Redentorista de Bischenberg, en la Alsacia francesa, un convento que data desde el 1505 y que desde el 1821 se convierte en una casa canónicamente eregida como redentorista, con el paso del padre Passerat por aquellas tierras enviado por san Clemente para las primeras fundaciones fuera de Nápoles.

Ha sido una gran aventura misionera conocer a los cohermanos, una comunidad internacional, que entre peruanos, franceses, burkineses y vietnamitas llevan adelante la tarea de la evangelización en estas tierras necesitadas del anuncio de la buena noticia de Jesús de Nazaret.

La misión, o la entendemos en conjunto, como hermanos que trabajamos por un mismo fin, como un cuerpo misionero, llamado misioneros Redentoristas, y además en conjunto con los laicos, desde la inclusión, la apertura y con una visión universal, o la misión deja de fuera lo actual y esencial para él anuncio de Cristo Redentor.

Actualmente la misión evangelizadora de la Iglesia Católica es comprendida como parte esencializima de su manera de ser y existir en el mundo, el Decreto Conciliar Ad Gentes en su numeral segundo, muestra que al realizar la misión, la Iglesia pone de manifiesto su mismo ser y manifiesta que su existencia es para ser servir, por lo tanto, hoy una Iglesia que no sea misionera no es la Iglesia de Jesús.

En estos días he podido ser testigo de la misión que se realiza en estas tierras, donde la vida comunitaria, como siempre debería ser, constituye una pilar fundamental para el desenvolvimiento misionarío, la testimonianza de la creatividad y sencillez evangélica en los cohermanos, la apertura y necesidad de vencer las fronteras y regionalismos se deben hacer presentes.

No es la misión la que está en crisis, la misión sigue siendo actual y más que ser una moda, en un mundo con necesidad de adherirse a lo trascental, es el modo par hacer presente a Jesucristo en nuestras sociedades secularizadas y contrastantes entre el tradicionalismo-clerical y la lucha por una Iglesia más horizontal y dialogante.

Los padres Raol y Dalmer del Perú, Marcel, Germain y el hermano Jean Marie de Francia, nuestros cohermanos sacerdotes del Vietnam Joseph, Francisco y los religisos Jean Batista e Jean son los que conforman este equipo misionero con el encargo de hacer presente a Dios en medio de estos pueblos.

La misión nunca acabará, podremos acabarnos los misioneros, sino despertamos en nosotros el deseo, el riesgo y la pasión por hacer presente a Jesús, como lo hizo san Alfonso y san Clemente en su tiempo.

P. Rodolfo García C.Ss.R.