El 29 de julio de 2024 es una fecha inolvidable para los habitantes de Wayanad, en Kerala. Ese día, un devastador deslizamiento de tierra azotó Wayanad, tras días de fuertes lluvias. Ha dejado un terrible rastro de destrucción. El desastre provocó la pérdida de hogares, bienes materiales y varias vidas, desplazando a numerosas familias y aislando a las aldeas. Las zonas afectadas quedaron sepultadas bajo el barro y los escombros, cortando el acceso a los servicios esenciales y dejaron a la comunidad con una necesidad urgente de ayuda inmediata y rehabilitación a largo plazo. Se lanzaron esfuerzos de rescate para buscar supervivientes. La operación de rescate, que duró más de un mes, involucró a la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF), la policía local, los bomberos y numerosos voluntarios. Trabajaron incansablemente para localizar a los supervivientes y recuperar los cuerpos. Se desplegaron helicópteros y barcas para evacuar a los varados en zonas remotas. El deslizamiento de tierra cobró más de 300 vidas y cientos de personas siguen desaparecidas. Mientras tanto, se establecieron campamentos de socorro para proporcionar refugio y ayuda temporales. El evento destacó la vulnerabilidad de la región a los desastres naturales y la urgente necesidad de asistencia para la recuperación.
La Casa del Noviciado Redentorista en Kunnambetta se convirtió en un centro estratégico para las operaciones de socorro. Con muchas familias desplazadas y con una necesidad urgente de asistencia, el noviciado se transformó en un centro de recolección y distribución, proporcionando apoyo esencial a la comunidad afectada.
Se trajeron materiales de socorro como alimentos, ropa y medicamentos, se almacenaron, clasificaron y distribuyeron desde la casa del noviciado a las víctimas de esta catástrofe. Los novicios se unieron a los voluntarios que trabajaron incansablemente para garantizar que los suministros llegaran a los necesitados.
Los novicios redentoristas se ofrecieron activamente como voluntarios en los centros de rehabilitación de St. Joseph GHSS en Meppadi, para ayudar en varias tareas. Sirvieron comida a las personas afectadas, ayudaron a limpiar las instalaciones y lavaron los utensilios, asegurando un funcionamiento sin problemas en los campamentos de socorro.
Nuestros Provinciales de tres provincias (P. Edward, P. Poly y P. Henry) junto con nuestros cohermanos sacerdotes visitaron la zona del deslizamiento de tierra y el cementerio donde están enterradas cientos de víctimas no identificadas.
Nosotros, los novicios, sentimos una profunda satisfacción por haber podido estar presentes y ofrecer nuestra ayuda a las víctimas de esta enorme catástrofe natural. Nuestro trabajo en Wayanad refleja nuestro compromiso de servir a los pobres y marginados, viviendo la misión de la congregación.
el Noviciado de Kunnambetta, Wayanad, Kerala
