(Canadá) – Mientras viajo por el país, me sorprende la forma en que se anuncia el Evangelio en todo Canadá a través de tantos idiomas y culturas diferentes. En noviembre, visité a un grupo de jóvenes adultos que se reúnen en la parroquia Holy Spirit, la misión católica china en Montreal. ¡Esta celebración de la fe católica, en este lugar y a través de esta cultura, ha continuado durante más de cien años!
También asistí a una reunión de párrocos católicos chinos en la archidiócesis de Toronto. La reunión fue organizada por el p. Peter Chin C.Ss.R. en la iglesia de Nuestra Señora del Monte Carmelo. El obispo Robert Kasun estaba hablando con los sacerdotes sobre su misión y su ministerio dentro de la creciente población católica china. El padre Agostino Chan fue nombrado capellán de estudiantes universitarios chinos en la archidiócesis de Toronto. Relató su experiencia de liderar una delegación de estudiantes católicos en agosto para reunirse con otros en el Aeropuerto Internacional Pearson, que llegó de China. De los aproximadamente medio millón de estudiantes internacionales que llegan a Canadá cada año, 132,000 (el grupo más grande) proviene de China continental, lo que significa que la mayoría de ellos habla mandarín. Para información, los estudiantes indios, y luego los coreanos, son los grupos culturales más grandes que vienen a estudiar a Canadá.
Una cosa a tener en cuenta, en la parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo, le aconsejo que vea dentro de la iglesia una estatua de María, Nuestra Señora de China. Ella está vestida para reflejar la cultura de la dinastía Ching. Fuera de la iglesia para saludarte hay una estatua de Nuestra Señora del Monte Carmelo que refleja el vestido de una mujer de la dinastía Ming. Aquí se la ve detrás del p. Peter Chin junto con los miembros del Consejo de Caballeros de Colón, que se encuentran en la parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
Hemos incluido en nuestro retiro, el ícono de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro. Descubrimos que a pesar de que la imagen sea de una cultura no asiática, la oración con este ícono nos ayudó a cultivar nuestro crecimiento espiritual y también estimuló una buena discusión en nuestros grupos pequeños.
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