El perfil del congregado redentorista
4. El perfil del congregado redentorista formado en la nueva visión de las Conferencias reestructuradas.
El XXIV Capítulo General, antes de entrar en un perfil del Redentorista formado en la visión de la estructura Congregacional de las Conferencias, redactó un “Perfil de la Conferencia”. Los números 6.1 a 6.11 presentan el “Perfil de la Conferencia” y los números 6.12 a 6.13 presentan el “Perfil del Redentorista formado en esta nueva visión”. Esta sección de los documentos finales del XXIV Capítulo General está introducida por un Epílogo.
6. EPÍLOGO
El Capítulo General pidió que este epílogo del Instrumentum Laboris se incluyera como descripción de lo que debe ser una Conferencia y un cohermano Redentorista formado según esta visión de la reestructuración.
Perfil de la Conferencia
6.1. En el pasado, las Unidades han realizado un trabajo encomiable; en algunos casos a través de acuerdos bilaterales o multilaterales con otras Unidades consultando antes al Consejo General. Sin embargo, las urgencias pastorales de nuestro tiempo piden una estructura que facilite el discernimiento misionero y la toma de decisiones en una perspectiva más amplia.
6.2. La Conferencia ofrece la oportunidad de una profunda revisión de la vida y del trabajo de los Redentoristas dentro de su territorio. Se trata de un foro para el discernimiento pastoral, distinto del que se lleva a cabo en las Unidades individuales o en los acuerdos entre Unidades. Es, pues, un foro donde las necesidades locales pueden ser tratadas seriamente y en un contexto más amplio.
6.3. Dentro de una Conferencia, el desafío de la vitalidad misionera sobrepasa los propios límites nacionales. Esto garantiza que seamos capaces de superar el provincialismo; al contrario, amplía nuestra capacidad de apreciar el desafío de la evangelización en el mundo actual.
6.4. La Conferencia goza de mayor capacidad para transmitir seguridad a las nuevas iniciativas apostólicas y, lo que es más importante, dar confianza a las Unidades frágiles. (En el pasado, esa seguridad venía frecuentemente dada por la solvencia de las Provincias madre).
6.5. En cuanto estructura, la Conferencia proporciona el ámbito apropiado para un mayor aprecio por la conservación y el desarrollo de los diversos ritos litúrgicos dentro de la Congregación.
6.6. En términos de recursos económicos, la Conferencia puede contar con estructuras que permitan mayor equidad y solidaridad, y posibilitar un discernimiento más eficaz teniendo en cuenta los intereses de la misión redentorista.
6.7. La Conferencia ayuda a discernir las posibilidades y prioridades a la hora de asumir iniciativas y aceptar invitaciones misioneras.
6.8. La Conferencia proporciona un horizonte de identidad más amplio para las próximas generaciones de Redentoristas.
6.9. La Conferencia ayuda a proporcionar dirección, visión y estrategia a la formación inicial y continua.
6.10. El establecimiento de comunidades internacionales e inter‐ provinciales para la misión redentorista, y el apoyo a las mismas, es principalmente responsabilidad de la Conferencia.
6.11. La Conferencia asiste al Gobierno General en el gobierno de toda la Congregación.
Perfil del cohermano Redentorista formado en esta nueva visión
6.12. Los Principios de la Reestructuración garantizan la continuidad de nuestra identidad y nuestra misión como Redentoristas en la Iglesia y en el mundo. Al mismo tiempo, estos principios exigen nuevas realidades y estructuras que ofrezcan un renovado impulso a nuestra misión e identidad.
6.13. En términos concretos, éste podría ser el perfil del cohermano de la Congregación recientemente reestructurada.
6.14. Este hermano participará de un noviciado interprovincial, programado por Unidades pertenecientes generalmente a una misma Conferencia. Vivirá en comunidad con cohermanos de otros países, culturas e incluso otros idiomas.
6.15. Durante su formación inicial conocerá el carisma de la Congregación y tomará conciencia de las características específicas y apostolados especiales de su propia Unidad. Comprenderá, a partir de nuestra historia, que la constante renovación y la reestructuración son vitales para la continuidad de nuestra misión.
6.16. El cohermano, al hacer sus votos, se compromete con toda la Congregación, y no sólo con su Unidad particular. En la práctica, este compromiso tendrá expresión concreta en el ámbito de su Unidad y de la Conferencia a la que pertenece. En otras palabras, se le exigirá tener una comprensión más amplia de las circunstancias cambiantes, de las realidades humanas y las prioridades apostólicas, no sólo de su Unidad, sino también de la Conferencia a la que pertenece. Por ejemplo, conocerá el fenómeno de la migración que se da dentro de la región geográfica de su Conferencia. Otro ejemplo, él podrá participar en el ministerio de los santuarios redentoristas dentro de su Conferencia. Este ministerio está en expansión como parte del fenómeno moderno de la devoción religiosa popular.
6.17. Sobre todo, sabrá que él es miembro y que participa voluntariamente de la misión de una Congregación mundial, que se toma muy en serio el desafío de estar atenta a los signos de los tiempos y de adoptar decisiones apostólicas vitales que respondan siempre de modo nuevo a nuestra vocación misionera.