Es granadino, de aspecto frágil y sonrisa perpetua. A los 4 años pisó por primera vez un escenario, quizá como uno de tantos juegos infantiles. Pero lo que no podían imaginar quienes asistían a aquel improvisado concierto es que, años después, el nieto de Elisa la del Horno, cantaora flamenca, conquistara a propios y extraños con su aparición en televisión. Contrario a muchas historias de las que nos encontramos hoy en día en los medios, la de Damián pasa por la entrega, el servicio a los demás, y la alegría de vivir en la fe.
Es misionero redentorista, y conoce de primera mano el sufrimiento del ser humano tras una experiencia de misión en Calcuta. De allí volvió con 18 kg menos, y un objetivo más: ser parte de la llamada “revolución del amor”. Así le conocimos en el plató de Telecinco, con el corazón rojo bajo el alzacuellos, iluminando los prosaicos vericuetos del mundo catódico. Así nació el “cura hípster” de La Voz. El Padre Damián, con quien hablamos en vísperas de Santa Cecilia, patrona de los músicos, para conocer un poco más del poder evangelizador de los acordes de sus canciones.
Aquí dos breves momentos de la entrevista:
– Podríamos decir que has concebido tu vocación musical dentro de otra misión más amplia. En cierta manera, estás poniendo tus cualidades musicales al servicio del Señor.
Sí, esto lo hemos querido dejar bastante claro desde el principio. Me gusta concebir esta misión que ahora tengo como una vocación dentro de LA vocación. Hay una vocación primera, que es la del servicio a los demás, servicio a la Iglesia, servicio a Dios, y que al final incluye otras muchas vocaciones. En mi caso, la vocación a la música y al anuncio de cosas bonitas y de la mejor de las noticias a través de este arte noble.
– Háblanos de esa “revolución del amor”, y de la iniciativa #sienteloslatidos. ¿Qué es lo que te propones con ello?
La idea es que el proyecto no se centre en mí, en el Padre Damián. Quisimos desde el inicio desvincularlo directamente de mi nombre, aunque a veces es bastante complicado porque al final la gente lo relaciona con la persona. Pero sí que hemos pretendido darle este impulso más amplio, y ese título de “Siente los latidos”, con el que queremos anunciar que, a través de la música, podemos tocar muchos corazones. Corazones que sufren, que están un poco apagados, que viven sin esperanza. “Siente los latidos” quiere ser un lema que anime. Y que a la vez sintamos los latidos de aquellas personas que no tienen voz, pero que nosotros se la ponemos.
Se puede leer la entrevista completa:
http://www.unomasdoce.com/entrevistas/evangelizar-en-clave-de-sol/#.VlMa_3Yve72