Un niño de una comunidad tribal en Mindanao enciende una vela durante una protesta en Manila en noviembre pasado. (Foto por Mark Saludes)
Un niño víctima de una ola de violencia asesina contra los indígenas de Mindanao. Tenía 15 años, era un miembro de la tribu Manobo y lo han matado en la provincia filipina meridional de Davao del Norte.
Alibando Tingkas fue asesinado el 17 de enero, convirtiéndose en la víctima más reciente de una ola de asesinatos de indígenas en la región meridional de Mindanao en los últimos meses.
Según el grupo de derechos humanos Karapatan, 28 niños, 12 de los cuales son niños indígenas, han sido asesinados desde el 2010, cuando el gobierno comenzó a intensificar las operaciones militares en las zonas sospechosas de tener comunistas insurgentes.
Las cifras que detallan el número exacto de asesinatos de indígenas en los últimos meses, son incompletas, pero los grupos de derechos humanos dicen que más de 140 personas han sido asesinadas desde que el actual gobierno llegó al poder.
Tingkas, un estudiante de tercer grado en el Salugpongan Ta ‘Tanu Igkanogon Community Learning Center, en el pueblo de Talaingod, caminaba con dos amigos cuando encontraron a los miembros de Alamara, un grupo paramilitar en la zona.
La Comisión para los Pueblos Indígenas de la Conferencia Episcopal ha pedido una investigación inmediatamente.
“Estamos entristecidos por este desafortunado evento y [la Comisión] da sus condolencias a la familia de la víctima”, dijo Tony Abuso, coordinador de la Comisión Episcopal.
Los sentimientos de Abuso fueron tomados también por los Redentoristas que ayudaron a financiar la construcción del Salugpongan Ta ‘Tanu Igkanogon Community Learning Center en el 2013 como parte de la misión de la Congregación para ayudar a promover los derechos fundamentales de los pueblos indígenas a través de la educación.
“Estamos consternados por los acontecimientos recientes, especialmente porque la víctima era un estudiante de la escuela que construimos”, dijo el padre redentorista Carlos Ronquillo.
Ronquillo dijo que el reciente asesinato está creando “una atmósfera de miedo para detener la escuela en la tarea de proporcionar educación a la comunidad marginada de Manobo”.
“El asesinato de Tingkas debe ser resuelto lo más pronto posible”, dijo el sacerdote.
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ucanews.com
