Un devastador terremoto, con fuerza de 7,8 grados de magnitud en la escala Richter, afectó la costa norte del Ecuador (entre los balnearios costeros de Cojimíes y Pedernales, en la provincia de Manabí, colindante con la provincia de Esmeraldas), el sábado 16 de abril a las 18:58, hora local.
Desde ese día hasta la fecha de hoy (jueves 21 de abril) hubo más de 500 réplicas. Esto sigue asustando a la población y genera una profunda sensación de ansiedad, angustia e inseguridad constante en estos días. De hecho, este jueves 21 de abril hubo una nueva réplica, con fuerza de 6,0 de magnitud. Lo peor es que las réplicas pueden continuar sucediendo por días, semanas e incluso meses. No están seguros. Sin duda, éste es el peor sismo en el Ecuador en casi cuatro décadas. En el país la situación es de emergencia muy seria.
Se habla ya de cerca de 600 muertos; de unos 5.735 heridos y 163 desaparecidos. Se habla de 581 fallecidos solo en la Provincia de Manabí, que ciertamente fue la más afectada por el sismo. Se menciona que hay 29 extranjeros entre los fallecidos ya identificados (10 colombianos, 6 cubanos, 2 canadienses, 2 de la República Dominicana, 2 ingleses, un italiano, un alemán, un francés, un irlandés y otros cuya nacionalidad aún no ha sido confirmada). La ciudad de Manta ha registrado la mayor cantidad de fallecidos. Pero también hay muchos fallecidos en Pedernales y Portoviejo. Luego, también hay fallecidos en Canoa, Calceta, Bahía de Caráquez y otros lugares.
La gente necesita ayuda y apoyo. Hay muchísimas pérdidas materiales. Los más pobres siempre son los más golpeados en estos casos. Hay solidaridad entre la gente. Se ayuda bastante para responder a las necesidades básicas y más urgentes. La Iglesia se encuentra entre los grupos más comprometidos y cercanos en el apoyo y acompañamiento. Naturalmente, por ahora todavía no hay planes de reconstrucción de viviendas, barrios o pueblos. Hay unos 1.600 Bomberos de distintos países que están colaborando con los Bomberos ecuatorianos. Son principalmente de: España, Colombia, Perú, México, Chile y Bolivia. Ellos siguen removiendo escombros y buscando personas. Usan maquinarias pesadas, pero lo hacen con mucho cuidado, despacio y con mucha atención.
Nos hacemos solidarios con el gran número de emigrantes ecuatorianos desparramados en tantas partes del mundo. En la distancia, situaciones y problemas como éste se experimentan con un gran sentimiento de impotencia y preocupación por los seres queridos allí dejados. Nos unimos a su dolor, les brindamos nuestro apoyo y nuestras oraciones.
La situación de los Redentoristas
Ningún cohermano Redentorista ha fallecido o está herido de gravedad. Parece que tampoco los familiares cercanos de los cohermanos fueron directamente afectados. Nuestros cohermanos, más cercanos a los lugares más afectados, están trabajando muy de cerca con la gente local y con la Iglesia local. Nuestra Iglesia de la ciudad de Manta ha sido bastante golpeada. Aún no se ha podido cuantificar los daños. El enorme vitral del presbiterio se ha venido al suelo. Algunas paredes están agrietadas. Habrá que ver cómo han quedado las columnas. Se está estudiando y analizando los daños y toda la situación.
Todo apoyo, oraciones y cualquier ayuda se agradece. Para ayudar, entrar en contacto con el Superior de la Provincia Redentorista de Quito, P. Sixto Guerrero. Su correo electrónico es: sguerrerovasquez@yahoo.com
P. Enrique López