150 Aniversario de la presencia Redentorista y de la misión del Surinam

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150 Aniversario de la presencia Redentorista y de la misión del Surinam
Carta del Padre General

Roma, 2 de julio de 2016 – Prot. N. 112/2016

«¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!» (1 Cor. 9,16)

Queridos Cohermanos, Hermanas, Asociados y amigos:

El próximo 1 de agosto, la Congregación celebrará el 150 Aniversario de la presencia Redentorista y de la misión del Surinam. Es para toda la Congregación motivo de alegría y esperanza recordar el heroico testimonio misionero que durante más de siglo y medio dieron  nuestros cohermanos de los Países Bajos, de Brasil, y de Surinam.

Las celebraciones Jubilares comenzaron el 1 de agosto del año pasado y concluirán en Paramaribo a finales de este mes de julio. El 31 de agosto de 1865, el Beato Papa Pío IX  promulgaba el Decreto por el que encargaba a la Provincia holandesa de la Congregación el Vicariato Apostólico de la Guyana Holandesa  (conocido más tarde como Surinam). Al  aceptar la Congregación, este compromiso misionero marcó un nuevo capítulo en nuestra “missio ad gentes”. En marzo de 1866 llegaron a Paramaribo Mons. Jan Swinkels, C.Ss.R. y tres Misioneros Redentoristas. En aquel momento, la Iglesia se encontraba ya presente en el territorio pero, a partir de entonces, todo el Vicariato estuvo ya a cargo de los Misioneros Redentoristas. Esto exigió a los recién llegados tener que amoldarse y adaptarse a fin de “proclamar el Evangelio siempre de manera nueva”.

En estos momentos en que nos preparamos para la Fase Canónica del XXV Capítulo General en Pattaya, Tailandia, la práctica de los Redentoristas a lo largo de su prolongada historia en el Surinam nos ofrece un claro ejemplo de reestructuración para la misión. Esta reestructuración implica colaboración interprovincial e internacional. Durante 135 años, la Iglesia de Surinam estuvo confiada a la Provincia holandesa. Por desgracia, en los años ochenta y noventa del siglo pasado, esta Provincia ya no estuvo en condiciones de enviar misioneros; y, por otra parte, sólo tres surinameses habían entrado en la Congregación. Dirigiéndose al Gobierno General, la Provincia de Ámsterdam expresó su disposición a entregar la atención pastoral de la Misión a otra Unidad en tanto ella se comprometía durante el período de transición a seguir ayudando con la enseñanza del idioma y con otros recursos a su alcance en la medida de sus posibilidades.

Considerando los desafíos de la presencia misionera Redentorista en Surinam, el Gobierno General pidió a la Unión de los Redentoristas de Brasil (URB) que aceptara hacerse cargo de la atención pastoral de esta Misión; así ha comenzado en ella una colaboración interprovincial e

internacional para el bien de la misión. Durante los últimos 15 años ha habido que hacer frente a numerosos desafíos,  muchos de los cuales aún persisten. En 2001, esta misión se encomendó a las nueve (V)Provincias de Brasil, que aún continúan allí hoy día.

Con motivo de este 150 Aniversario, invito a la Congregación a celebrar la efeméride teniéndola presente en la oración común y en las misas de la fiesta de San Alfonso, él que tanto soñó con enviar misioneros Redentoristas a la “missio ad gentes”.

El Misionero Redentorista más conocido en la historia del Surinam es, sin duda alguna, el  Beato Pedro Donders, C.Ss.R. En la Fase Canónica del Capítulo General conmemoraremos el 150 Aniversario de su entrada en el noviciado redentorista el 1 de noviembre de 1866 en Paramaribo. El significado de este evento sigue siendo importante para todos los Misioneros Redentoristas; les invito, pues, a reflexionar sobre su vida como ‘encarnación’ del Carisma Redentorista y ejemplo para nosotros de evangelización integral en cuanto ‘proclamamos el Evangelio siempre de manera nueva’ hoy.

Adjunto a la presente carta una breve reflexión sobre el significado para los Misioneros Redentoristas de la figura del Beato Pedro Donders, especialmente en estos momentos de nuestra historia en los que estamos llamados a salir a las periferias para llevar el Evangelio a los abandonados y a los pobres. Les invito también a leer dicha reflexión como  preparación para el XXV Capítulo General.

Que Dios nos bendiga con la pasión misionera del Beato Pedro Donders. Que esta celebración del 150 Aniversario de la misión Redentorista en Surinam nos inspire en el proceso de reestructuración hoy. Que Nuestra Madre del Perpetuo Socorro nos acompañe, y que San  Alfonso interceda por nosotros mientras continuamos ‘predicando el Evangelio siempre de manera nueva’, especialmente a los más abandonados y pobres.

Su cohermano en el Redentor,

Michael Brehl, C.Ss.R.

Donders julio 2016 SPANISH