La sala capitular está organizada así: una mesa presidencial para los moderadores y el P. General, una mesa para los notarios y el asesor jurídico, trece mesas circulares para trece grupos lingüísticos y las cabinas para los traductores. El auditorio, recién construido, es hermoso y amplio, y rodeado de salas auxiliares.
En la última sesión de la mañana nos reunimos por grupos para analizar el informe del P. General y toda la tarde fue destinada a escuchar a 4 secretarios, después de consolidar los aportes de los 13 grupos, y luego a quienes quisieran intervenir para aportar reflexiones, pedir claridad sobre algún punto o hacer preguntas. Al finalizar esta media jornada, el R. P. Michael Brehl hizo una breve intervención conclusiva.
Sobre las intervenciones cabe decir que hubo inquietudes muy diversas, pero todas ellas hechas con respeto y en espíritu de búsqueda comunitaria de la verdad. Varios aportes hicieron un llamado a abrir la visión, a fortalecer la dimensión profética y a conducir a nuestra familia redentorista por la renovación que piden los tiempos actuales sin menoscabo de lo fundamental a nivel de carisma y misión.
El P. General intervino diciendo que en este punto de la fase canónica estamos “preparando el terreno” que nos llevará a decisiones basadas en la escucha, en el diálogo, en la oración y con la mirada puesta en fortalecer los valores fundamentales de nuestra Congregación. ¿A qué valores se refería? El valor absoluto de la misión como continuación de la misión del Señor; la comunidad apostólica con Cristo en el centro, expresión de la Trinidad, mediante la cual se lleva adelante la misión (Const. 20); la condición de consagrados para la misión (Const. 55), etc.
Fue una tarde densa en reflexiones que nos preparó para fortalecer la oración en los dos días de retiro que viviremos mañana y el jueves. En la noche tuvimos un gaudeamus.
P. Jorge Gómez Rueda, CSsR