El Hogar Scala, situado en la casa-abadía de la parroquia de la Purísima Concepción de La Punta (Valencia), cumple cinco años de vida. El 8 de octubre de 2012 pernoctaban en él los cuatro primeros usuarios, pero fue unos días más tarde, el 15 de octubre, cuando tuvo lugar la inauguración oficial del Hogar.
En estas breves líneas quisiéramos ofrecer, como información y curiosidad, algunos datos estadísticos de esta breve historia, llena de tantas otras historias en las que los Redentoristas hemos acompañado subiendo la “Scala”, una escalera hacia la dignidad y la libertad, hacia una vida más satisfactoria y plena que muchos han conseguido alcanzar.
En estos cinco años, con estancias breves o largas (días, meses, años…) han pernoctado en el Hogar 129 personas: 96 españoles y 33 procedentes de países extranjeros. De los españoles 69 eran valencianos y 27 de otras comunidades autonómicas.
El movimiento en el Hogar ha sido también intenso. Fueron 54 los usuarios que dejaron Scala para continuar su condena en otros hogares de la Pastoral Penitenciaria; 22 regresaron a sus casas bajo control telemático; 21 obtuvieron la libertad condicional y 13 los que consiguieron la libertad total. Sin embargo 22 de ellos tuvieron que regresar al centro penitenciario, sea por incumplimiento de normas (consumo, robo, violencia…), por voluntad propia, o por no ajustarse su perfil al Hogar.
Nos consta que más de un centenar de personas han comenzado de nuevo la vida y han obtenido trabajo, aunque haya sido de manera temporal. Muchos reconocen que “Scala”, junto con la Pastoral Penitenciaria, han sido una oportunidad, un apoyo importante en un momento crítico de sus vidas; un tiempo de crecimiento y de vuelta a la “normalidad” de la vida.
Concluimos esta breve reseña, con las palabras, recogidas en el libro de firmas, de uno de los usuarios que ha pasado por Scala: “Por fin llegó el tan deseado momento, el de subir otro peldaño en la escalera de la vida. Me propuse subir y por fin lo conseguí.
Ahora toca mantenerme en éste, hasta que llegue el siguiente. Y así, poco a poco, realizar el camino de la vida, de mi vida. Ese camino que tanto me ha supuesto. Toca mirar hacia delante sin olvidar, para valorar más todavía, cada paso que dé, cada éxito que consiga.
Aquí, en el Hogar Scala he pasado diez meses. Un tiempo en el que he conocido personas maravillosas, tanto residentes como responsables y voluntarios. A todos ellos quiero darles las gracias por todo lo que me han aportado. Con mi esfuerzo y su ayuda lo he conseguido.
Gracias por todo, de todo corazón. Os llevaré siempre en mis recuerdos. Que Dios os bendiga a todos y os ayude a conseguir lo que os propongáis. Un fuerte abrazo para todos”.
Raúl Valencia Gil, C.Ss.R
(de NER n.641 octubre 2017)
