“Cuando Dios llama por el nombre a una persona, le revela al mismo tiempo su vocación, su proyecto de santidad y de bien, por el que esa persona llegará a ser alguien único y un don para los demás. […] Queridos jóvenes: Ser llamados por nuestro nombre es, por lo tanto, signo de la gran dignidad que tenemos a los ojos de Dios, de su predilección por nosotros” Papa Francisco.
(Postrervalle, Bolvia) – Con el lema: “Testigos del Redentor, solidarios para la misión en un mundo herido” en fecha del 02 – 07 de julio, se realizó el Campamento Juvenil Vocacional Redentorista de la Provincia de Bolivia. Participaron alrededor de 200 jóvenes de las diferentes parroquias donde están presentes los Misioneros Redentoristas en Bolivia, como también algunos sacerdotes que acompañaron las delegaciones y los hermanos seminaristas. Se optó por un lugar apartado, una comunidad donde no cuenta con un sacerdote para la atención Pastoral, sino que es atendida por una familia de Laicos Salesianos del Movimiento “Matogroso”.
Con los jóvenes se tocó cuatro temáticas: La Vocación, Identidad Redentorista, La Misión Redentorista y el llamado que hace el Papa Francisco a los jóvenes “Hagan lio”, para que los jóvenes Renueven la opción por la evangelización siendo testigos del Redentor, conociendo más a Cristo en sus vidas y se formen en los valores cristianos, y esto les lleve a un mayor compromiso más serio en sus parroquias, haciendo que sientan y descubran el llamado de Dios con un corazón solidario para la misión. Un desafío grande para los jóvenes fue el de dejar sus teléfonos celulares, ya que bien sabemos que estamos en una sociedad donde la tecnología está por encima de todo y nos hace sordos al llamado de Dios, por estos días del campamento los jóvenes apagaron y entregaron sus teléfonos celulares para poder disfrutar y experimentar a pleno este encuentro con el Redentor.
De acuerdo a la temática se realizaron trabajos en grupos donde cada uno compartía su experiencia de fe y de Iglesia. El canto, dinámicas, la alegría, oración, meditación, testimonios, reflexión, adoración, el sacramento de la reconciliación, la compañía de nuestra Madre del Perpetuo Socorro, pero sobre toda la Santa Eucaristía fueron el alimento esencial para cada joven.
Esperamos que estos días hayan sido momentos de fe, de alegría, de compromiso, pero sobre todo de discernimiento vocacional en cada uno de los jóvenes.
P. Juan Carlos Urzagaste U. CSsR