Para entender (เข้าใจ) hace falta poner el corazón
Desde las montañas del Doi Inthanon los misioneros redentoristas vienen trabajando hace más de 40 años con las comunidades nativas de los Karen. En tailandia existen estas tribus de las montañas que son diferentes a los tailandeses, tienen su propia cultura, su idioma, sus costumbres, pero quizás lo más interesante es que estas comunidades nativas, han hecho un proceso de conversión al cristianismo muy valioso, su modo de vivir la fe es algo admirable.
En este primer año estoy adentrándome en la cultura y el idioma especialmente, estuve 6 meses estudiando el tailandés en Bangkok mientras colaboraba con la única iglesia en Bangkok que ofrece varias misas en inglés para los católicos extranjeros, migrantes. Tailandia es un país budista en un 90 %, se ven templos budistas por todos lados, con una población de más de 70 millones de habitantes, el nivel socio económico de Bangkok, dista mucho de la gente del interior. Aquí el rey es la figura más relevante de la sociedad, y los monjes gozan de gran respeto. Ya en el sexto mes me encuentro en nuestra misión en las montañas de Mae Chaem.
Aquí tenemos como misión acompañar pastoralmente a 13 comunidades. Aldeas que se encuentran repartidas en las laderas de las montañas donde el trabajo de la gente consiste en los cultivos de arroz, maíz, zapallos y variedad de frutas y verduras. Estas comunidades organizadas con sus costumbres propias envían a sus chicos a estudiar a los pueblos más grandes donde están las escuelas. En nuestra misión, tenemos un albergue de niños y niñas.
El equipo de misión es muy enriquecedor ya que esta compuesto por 2 sacerdotes, 1 seminarista filipino en su año de inmersión, 3 religiosas y una familia que forman parte del staff de acompañamiento. La misión es más que un desafío a corto plazo. La misión en estas tierras son un gran regalo de Dios, pero también un reto que implica el ejercicio de dejar costumbres, familia, comidas, amigos… un camino de despojo, para animarse a dejarse vestir por el evangelio. Es un don maravilloso el poder ser testigos de la fe que se viste del color y del calor de este pueblo tan diferente pero tan cercano a la vez.
Los primeros días de aprendizaje del idioma en esta tierra, aprendí que en tailandés “entender” se dice ‘kouchay” เข้าใจ , que significa entra en el corazón, o sea que para entender, hace falta poner el corazón. Este idioma que tiene más de 40 consonantes, 21 vocales y 5 tonos, también es sencillo y rico a la vez para expresar lo profundo del corazón. Ya en las comunidades de la montaña el desafío es doble ya que allí se habla el idioma Karen. Sin duda que hay mucho por aprender, pero lo más lindo de la misión ad gentes es que uno descubre en el hermano que “tocar lo humano, es invocar sobre uno, lo divino”. Me alegra compartir estos primeros pasos de mi misión con ustedes y pido a Dios nos regale siempre la capacidad del asombro ante la misión que él nos encomienda.
Rodrigo Vélez CSsR – Sacerdote misionero Redentorista
Tailandia