Un proyecto redentorista detrás del testimonio de las mujeres sin libertad que rezan a María con el Rosario

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(Panamá) – Con la mente puesta en el servicio y en todos los jóvenes que participarán de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2019, en Panamá, 60 internas del Centro Femenino de Rehabilitación “Cecilia Orillac de Chiari” pasan sus días haciendo los denarios, que serán  utilizados para la oración mariana conocida como el Santo Rosario.

Esta actividad es realizada a través de un taller llamado “Hijas de la fe”, que es guiado por los Misioneros Redentoristas y propuesto por la catequista de la Parroquia San Gerardo María Mayela de la Arquidiócesis de Panamá, Luz Angela Tavares.

Además de unir decenas de cuentas para confeccionar camándulas, estas reclusas también se forman a través de la Universidad de Panamá. La institución, con la finalidad de abrir un espacio de crecimiento, imparte clases a estas 60 mujeres de distintas nacionalidades que eligieron ser parte del cambio.

Centro Femenino de Rehabilitación “Cecilia Orillac de Chiari”

Esta iniciativa que es considerada la de mayor aceptación y asistencia por parte de las reclusas en general, va más allá de solo crear herramientas de oración, sino que también ha provocado en estas mujeres el hábito de rezar el rosario diariamente “por pura convicción y no por imposición”, aseguró Tavares.

“Esto ha servido a nuestro crecimiento en la fe, ya que desde nuestra propia realidad nos sentimos útiles sabiendo que estamos haciendo un rosario para que otras personas puedan orar, y eso nos llena mucho el espíritu, de luz y esperanza al saber que estamos en un lugar donde nadie quisiera estar, pero desde aquí servimos a Dios. Como dice la Biblia: en la dificultad, más fuerte soy, y así es justamente como me siento”, destacó Diana Torres, coordinadora interna del proyecto.

Por otro lado, en calidad de testimonio la venezolana Zuleima Coromoto manifestó ser de otra denominación religiosa, sin embargo, señala que allí se siente libre.

“Este trabajo nos ayuda a distraernos, es como sentir que no estamos privadas de libertad, y como creemos en un solo Dios, nos sentimos orgullosas de aportar a este evento mundial, pues sabemos que por medio de esto le vamos a regalar alegría a otras personas”, indicó Coromoto.

La Iglesia Católica a través del programa Hijas de la Fe, tiene como objetivo posicionarse como un centro de producción de artículos religiosos y souvenirs de diferentes tipos, y así lograr conseguir recursos para que el proyecto continúe su marcha y las reclusas, muchas de ellas cabeza de familia, puedan aportar a sus hogares con una mirada de conversión y misericordia.

(www.telemetro.com/jmj)