Un museo allí donde San Alfonso vivió como obispo.

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(Acerra, Italia) – La tarde del domingo 16 de diciembre de 2018 se inauguró un museo en lo que alguna vez fue una de las sedes diocesanas de San Alfonso. Arienzo es una pequeña ciudad en la provincia de Caserta, en el sur de Italia. En el siglo XVIII pertenecía a la diócesis de Sant’Agata dei Goti, hoy a la de Acerra. El actual obispo, Antonio Di Donna, es un amante declarado del fundador redentorista. En su primera carta pastoral En el diálogo con San Alfonso (2014), expresó la intención de ser un pastor con celo misionero, espiritualidad simple y popular, el “principio de misericordia” que animó la vida y la misión de De Liguori. Precisamente en esa carta, propuso valorizar el episcopio de Arienzo, para convertirlo en una sala de museo, parte de un itinerario turístico-religioso, para conocer mejor a nuestro santo.

Ese sueño se ha hecho realidad. Un gran número de personas participaron en la ceremonia de inauguración. La presentación del evento, que contó con las intervenciones del propio obispo, así como del profesor Gennaro Niola, director del Museo Diocesano y del Redentorista Superior Provincial, el P. Serafino Fiore, despertó un gran interés, causando mucha conmoción la interpretación de un par de canciones de Alfonso interpretadas por el conocido cantautor napolitano Enzo Avitabile: quien, entre otras cosas, nació, al igual que Sant ‘Alfonso, en Marianella.

Se ha señalado acertadamente que la colección de objetos que se pueden admirar en el museo es solo el comienzo de un viaje: pero sin duda, al recorrer los espacios reservados para la exposición, se tiene la impresión de que Alfonso habla sobre todo a través de lo que pasó y dónde pasó su vida diaria. Comenzando con la capilla, desde la cual descendía a la iglesia a través de una escalera ahora amurallada.

De hecho, su estadía en Arienzo duró nueve años (1766-1775) debido a que el clima más húmedo de Sant’Agata dei Goti lo hizo preferir la otra sede, precisamente Arienzo, ubicada en un contexto natural más saludable y beneficioso para sus problemas de la artrosis. Esta decisión causó algunas quejas e incluso quejas de los ciudadanos y autoridades de Sant’Agata: pero podemos estar seguros de que incluso en este caso nuestro fundador dio un ejemplo de uniformidad a la voluntad de Dios, para curar la salud, o al menos para limitar las consecuencias dañinas y dolorosas de la enfermedad, fue un intento por él de llevar a cabo su misión de la mejor manera posible.

Serafino Fiore CSsR