Queridos hermanos, hermanas, asociados y amigos.
En las últimas semanas, hemos sido testigos de nuevos episodios de violencia y persecución de cristianos en diferentes partes del mundo. Oramos por estas situaciones, por la paz y la esperanza, por las familias de las víctimas y por las Iglesias locales en muchos países.
Esta semana hemos visto que estos ataques se acercan mucho a nuestros hermanos y sus familias. En Burkina-Faso y Níger, ha habido una serie de ataques contra aldeas e iglesias que han cobrado la vida de muchos sacerdotes y muchos fieles. Aunque ninguno de nuestros hermanos estuvo directamente involucrado, estos ataques ocurrieron en un área donde tenemos raíces profundas. Muchas familias de nuestros hermanos viven en estos pueblos. Estos sacerdotes son amigos y colegas de los redentoristas. Esta cercanía nos llama a una más profunda solidaridad y oración.
Conscientes de que nuestros hermanos y hermanas en tantos lugares están sufriendo una violenta persecución, continuamos orando por ellos y también por sus perseguidores. Recordemos a los sacerdotes, hermanas y líderes laicos que llevan consuelo y esperanza, y que son particularmente vulnerables y cuyas vidas están en peligro. Y no podemos olvidar orar por todos aquellos que trabajan por la paz y la reconciliación en nuestro mundo herido.
Que nuestro testimonio del Redentor y nuestra solidaridad con los pobres y los perseguidos, traiga esperanza y paz, consuelo y fortaleza en estas situaciones tan difíciles.
Copiosa Apud Eum Redemptio.
En Cristo nuestro Redentor,
Michael Brehl, C. Ss. R.,
Superior General