(Colombo, Sri Lanka) – La parroquia redentorista de Santa Teresa, Colombo, recientemente celebró sus villancicos anuales. La noche comenzó con el P. Chandana Perera, párroco, colocando al niño Jesús en una cuna especialmente hecha, seguido de una bendición y con incienso.
Los representantes de los siete coros parroquiales se unieron para cantar con una sola voz. Frente a una iglesia llena, los coros cantaron con entusiasmo una variedad de canciones navideñas y canciones en los tres idiomas de la parroquia: cingalés, tamil e inglés.
El programa de este año se dedicó a niños con discapacidades en las fuerzas armadas (ejército, fuerza aérea y marina) y la policía. Cerca de 200 niños fueron entretenidos por un maravilloso evento musical navideño en su honor.
Durante un intervalo del programa, algunos niños se reunieron en el santuario junto con sus cuidadores y maestros, para mostrar su agradecimiento cantando para la parroquia.
Cuando se le preguntó sobre la noche, padre Chandana señaló: “¡Las sonrisas en los rostros de los niños lo dijeron todo! La alegría y la felicidad experimentadas aquí esta noche permanecerán con todos nosotros durante mucho tiempo. “P. Chandana también elogió el compromiso del comité organizador y la generosidad de todos los que brindaron apoyo.
P. Chandana explicó que debido a las horrendas explosiones de bombas el domingo de Pascua que mataron a más de 200 personas, muchas de ellas en lugares de culto, la parroquia quería agradecer y rendir homenaje a las tropas y la policía, que trabajaron incansablemente durante meses desde entonces para mantener el país seguro. “En Santa Teresa, tuvimos la suerte de contar con el ejército y la policía de guardia día y noche desde el domingo de Pascua para proteger a nuestros feligreses, fieles, personal y comunidad redentorista. Este es un compromiso extraordinario y un verdadero servicio para nuestra nación. Esta noche estamos honrando a las familias que se sacrifican tanto cuando un esposo y un padre están fuera de casa por largos períodos al servicio de su país, y los desafíos particulares que esto conlleva cuando las familias tienen hijos con discapacidades”.
Al final de la tarde, todos se reunieron afuera de la iglesia para reunirse y disfrutar de un refrigerio.
P. David J. Hore, C.Ss.R.