El domingo 8 de noviembre se celebrará el Día Anual de la Promoción de la Vocación Misionera Redentorista en toda la Congregación. En esta ocasión, el Padre General, Michael Brehl, se dirige a toda la familia redentorista con su carta que es de particular importancia ya que la celebración de este año está lejos de ser típica.
El Padre Brehl reúne para nosotros de forma esperanzadora los diferentes elementos que coinciden con la celebración de este año, y que no deben ser pasados por alto, por ejemplo: el tema del sexenio, la situación que estamos viviendo a causa del Covid-19, aspectos de la Encíclica del Papa Francisco, Fratelli tutti, el bicentenario de San Clemente (de su muerte en 1820), el mundo herido en el que vivimos y la invitación de nuestro 25º Capítulo General a tender la mano y caminar juntos en Esperanza.
Roma, 16 de octubre de 2020
Fiesta de San Gerardo Majella, C.Ss.R.
Prot. No. 0000 161/2020
TESTIGOS DEL REDENTOR:
En solidaridad por la misión en un mundo herido
Queridos Cohermanos, Hermanas, Misioneros Laicos y Asociados Redentoristas,
Saludos desde Roma mientras nos preparamos para la Jornada Mundial de la Vocación Misionera Redentorista que se celebrará el 8 de noviembre de 2020 en todas nuestras comunidades e iglesias. Será una celebración muy diferente en este momento de la pandemia global del Covid-19. Sin embargo, debemos marcar este día con oración, con esperanza y con fe en Jesús, Nuestro Redentor y Nuestro Hermano, que nos acompaña.
Como nos recuerda el Papa Francisco en su última Encíclica, Fratelli Tutti: Sobre la Fraternidad y la Amistad Social, esta pandemia nos ha revelado cuán herido está realmente nuestro mundo. La pandemia nos toca a todos. “Todos estamos en el mismo barco”. Mucha gente ha sido abandonada, descartada, marginada. Somos más conscientes que nunca de cómo nuestra explotación de los recursos del mundo ha amenazado el futuro de nuestra “casa común”. El Papa Francisco nos recuerda con frecuencia que la forma en que nuestro mundo emerja de esta pandemia dependerá en cierta medida de todos nosotros y de cómo respondamos a sus desafíos.
Aún en las “sombras oscuras” de la pandemia global del Covid-19, esta Jornada Vocacional es un llamado a renovar nuestro compromiso misionero con el mundo herido al que pertenecemos y en el que estamos llamados a proclamar ¡el Evangelio de Jesucristo Nuestro Redentor! Que éste sea también un día de nueva vida y esperanza en Nuestro Redentor que “hace nuevas todas las cosas” (Ap. 21,5).
San Clemente Hofbauer, cuyo 200 aniversario celebramos este año, vivió nuestra vocación misionera redentorista en tiempos muy desafiantes y difíciles. Durante más de 30 años luchó por establecer la Congregación en el norte de Europa. Solo tras su muerte, en 1820, se abrió la primera fundación permanente en Viena. Afrontó la prisión y el exilio, la pobreza y el rechazo, pero nunca se rindió. Perseveró en la fe: “¡Ten ánimo! Dios es el Señor que dirige todo para su gloria divina y para nuestro bien. Nadie puede resistir a Dios“. A través de San Clemente y su perseverancia creativa, Dios hizo nacer la misión Redentorista mundial en un mundo herido.
El XXV Capítulo General (2016) nos desafió a revitalizar nuestra misión en el mundo herido de hoy. A medida que cada continente discernía sus prioridades misioneras y su plan apostólico, nos dimos cuenta de que nuestro carisma como testigos proféticos del Redentor en este mundo herido es hoy más importante que nunca. No solo debemos perseverar en la alegría y la esperanza, sino que debemos tener el valor de invitar a los demás, hombres y mujeres, a unirse a nosotros en esta misión hoy. Juntos podemos hacer nuestras estas palabras del Papa Francisco:
“Invito a la esperanza, que «nos habla de una realidad que está enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos en que vive. Nos habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de vida lograda, de un querer tocar lo grande, lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia cosas grandes, como la verdad, la bondad y la belleza, la justicia y el amor. […] La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna. Caminemos en esperanza. ”. (Fratelli tutti, n.55)
Al celebrar nuestra Jornada Mundial de la Vocación Misionera Redentorista el 8 de noviembre de 2020, caminemos juntos por estos caminos de esperanza. Más aún, invito a los demás a unirse a nosotros en solidaridad y alegría y caminar con nosotros por este camino.
Que Dios bendiga y sane nuestro mundo herido. Que María, Nuestra Madre del Perpetuo Socorro, nos acompañe en nuestra misión. ¡Que San Alfonso y todos nuestros santos, mártires y beatos nos inspiren y den valor para llevar hoy la Buena Nueva a los más abandonados, especialmente a los pobres!
Su hermano en Jesús Nuestro Redentor,
Michael Brehl, C.Ss.R.
Superior General