Desde hace varios meses, el país sufre una situación dramática desde varios aspectos. El caos y la anarquía se extienden a las calles a gran velocidad. Muchas actividades en todo el territorio nacional están funcionando a medias. Y la vida se vuelve imposible en algunos lugares. Las manifestaciones planificadas y espontáneas, en su mayoría violentas o pacíficas de todos los sectores y fuerzas vivas de la sociedad haitiana, ocupan las calles de todas las grandes ciudades del país.
Hay una corrupción generalizada, que es un cáncer para el país, vemos escenas de robos, crímenes organizados y aumentan los secuestros de la gente, la proliferación de grupos armados en los barrios populares se acentúa cada día más.
Se han levantado voces en estos últimos días en todos los sectores para denunciar la situación de inseguridad generalizada que vive el país para pedir al gobierno nacional asumir su responsabilidad en cuanto a la protección de las vidas y de los bienes de la población. Porque desafortunadamente, constatamos que el miedo se apodera de todos y en todos los sectores de la población, ya que todos están siendo víctimas de los bandidos armados.
Ya mucha gente de la población pierde la esperanza porque no se ve ninguna vía de salida para solucionar está situación caótica. Como Iglesia local, seguimos anunciando a Cristo porque en Él hay abundante redención y al mismo tiempo invitamos a los protagonistas para que se sienten a buscar de manera común, las soluciones adecuadas para sacar al país de este labirinto, ya que ningún grupo en particular puede de manera mágica resolver está crisis tan aguda que vive el país.
Como bien lo hemos mencionado varias veces, Haití se salvará cuando se tenga un diálogo con sinceridad, en el que todos los protagonistas participen y pongan en primer lugar el interés colectivo.
padre Renold Antoine CSsR, Misionero Redentorista.
El testimonio de Padre Renold se ve reflejado en el mensaje de los Obispos de Haiti, que han publicado un mensaje en ocasión de Navidad: “No os dejéis robar la esperanza” (Papa Francisco)
Los misioneros redentoristas llegaron al país en 1927 y se establecieron definitivamente en las afueras de Port-au-Prince (Carrefour-Feuilles), donde fundaron la parroquia de San Gerardo. Actualmente hay comunidades en Port au Prince, Cap Haitien, Hinche, Les Cayes y Jérémie.