Formación Humana: Conociendo nuestro ser interior
(Casa de Retiros San José, Brasil) – En la vida religiosa consagrada, la dimensión humana se revela como uno de los pilares fundamentales del proceso formativo. Se trata del esfuerzo de un autoconocimiento maduro y equilibrado de uno mismo y de los propios límites, para establecer relaciones de fraternidad y comunión. Una formación atenta a esta perspectiva hace del religioso signo de auténtica humanidad para servir mejor al pueblo de Dios.
En este camino existencial, el P. Dalton de Barros, de la Provincia de Río de Janeiro, nos ayudó entre el 18 y el 22 de enero. Con su notable sabiduría y experiencia, nos condujo por los caminos de los sentimientos y emociones que pueblan la vida y la historia de cada uno de nosotros. El P. Dalton nos advirtió constantemente que no nos convirtámonos en “profesionales de lo sagrado”, reducidos a un activismo desenfrenado y secularizado, sino que intentémonos, con todos nuestros esfuerzos, poner nuestro corazón en todo lo que hacemos. Toda nuestra vida debe ser expresión de la bondad de Dios, que eligió a hombres inconclusos e imperfectos para manifestar la perfección de su amor. El Segundo Noviciado es, ante todo, un momento especial para la síntesis de todo el proceso formativo, ofreciendo caminos para una comprensión integral de la existencia y la vocación.
HNO. DIEGO ANTÔNIO DA SILVA, C.SS.R
