Roma, 28 de enero de 2021
Queridos hermanos:
¡Saludos desde Roma! Seguimos orando por ustedes y por todos los cohermanos, hermanas, misioneros laicos y familias durante este tiempo de pandemia. Acompañamos con nuestras oraciones, especialmente, a los abandonados y a los pobres, muchos de los cuales están aislados, sin medios de subsistencia, y se enfrentan a desafíos muy serios y concretos para ellos y sus familias. Este es el mundo herido al que estamos llamados, hoy, a dar testimonio del Redentor.
Hoy les escribo este mensaje para hacerles saber que el coronavirus ha llegado a nuestra comunidad, aquí, en San Alfonso, en Roma. Durante la última semana, cinco cohermanos de nuestra comunidad y cinco del personal de la casa han resultado positivos. Gracias a Dios, nadie sufre de síntomas graves. El servicio de salud pública ha visitado nuestra casa, y estamos siguiendo cuidadosamente todas las medidas recomendadas. Esperamos que los contagiados se recuperen pronto, y por completo.
Muchas Provincias y Comunidades ya se han enfrentado a situaciones muy parecidas. Durante este tiempo difícil, les invito a redoblar su oración, a cuidarse los unos a los otros, y a practicar la solidaridad como un único cuerpo misionero. Nos encomendamos al cuidado de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro y a las oraciones a San Alfonso y a todos nuestros santos.
Su hermano en Cristo, nuestro Redentor,
Michael Brehl, C.Ss.R.
